El Ministerio del Interior (MoI) compró equipos por valor de 2.400 millones de coronas checas entre 2018 y 2022 sin tener en cuenta las necesidades de los agentes de policía. El resultado fue un excedente de suministros, por un lado, y una escasez de equipamiento, por otro. Por ejemplo, en los almacenes de la MV hay chaquetas de mujer que se seguirán expidiendo durante casi 50 años con el consumo actual. Por otro lado, por ejemplo, el Ministerio del Interior solo compró seis mil monos de trabajo en 2019 en lugar de los 12.000 necesarios, y en 2022 faltan algunos polos. A pesar de la introducción de un sistema de dispensación a través de una tienda electrónica y del posterior cierre de cuatro centros de dispensación de prendas, el coste de la distribución del material no ha disminuido, sino que ha aumentado. El Ministerio de Interior tampoco ha tomado medidas eficaces para restringir la venta de equipamiento policial a personas a través de Internet. Así lo puso de manifiesto la auditoría de la SAO centrada en los fondos del presupuesto estatal gastados en la adquisición, almacenamiento y eliminación de material policial.
Según los auditores, el Ministerio del Interior no cumplió ninguno de los siete objetivos del Concepto para el Desarrollo de la Policía de la República Checa hasta 2020, que se había fijado para el ámbito del equipamiento. En el momento de concluir la fiscalización, es decir, a finales de 2023, no había creado un sistema moderno de equipamiento de los agentes de policía ni había adquirido suministros de material de forma eficiente.
El Ministerio de Interior no adquirió equipos en función de las necesidades de los agentes de policía. Para nueve tipos de equipamiento seleccionados, la auditoría de la SAO mostró que, a finales de 2022, los inventarios eran aproximadamente 2,7 veces superiores a lo que el propio ministerio había determinado como óptimo. Esto se ilustra con los siguientes ejemplos: los agentes de policía "consumen" aproximadamente 6.500 jerséis al año. A principios de 2021, había aproximadamente 19.000 en stock. No obstante, el Ministerio del Interior aumentó el pedido en 20 % y adquirió 30 000 jerséis en lugar de 25 000. De este modo, adquirió material que será "consumido" por los policías durante más de siete años. Una situación similar ocurrió con las botas altas de la policía: a finales de junio de 2022, había 4,5 veces las existencias óptimas. No obstante, el Ministerio de Interior aumentó las existencias de estas botas en otros 3.716 pares, hasta un total de 27.043 pares en julio de 2022. Por lo tanto, la SAO calificó de ineficiente el gasto de fondos en la adquisición de equipos por encima de las existencias óptimas en una muestra de equipos.
El Ministerio del Interior no supervisó los costes operativos de los dispensarios de ropa y solo obtuvo una visión general de los mismos tras una auditoría de la SAO. La introducción de la tienda electrónica en 2018 no se había traducido en una reducción de los costes de distribución de material en el momento en que finalizó la auditoría. Por el contrario, en 2019, estos costes han aumentado en aproximadamente 9 millones de coronas checas, a pesar de que el Ministerio ha cerrado cuatro dispensarios de prendas de vestir. Los equipos distribuidos a través de la tienda electrónica representaron menos de un tercio de los equipos expedidos tras cinco años de su existencia.
El Ministerio del Interior tampoco ha tomado medidas eficaces para restringir la venta de material policial en Internet. La SAO descubrió que en tres sitios web de anuncios clasificados se ofrecía a la venta al público equipamiento como botas, monos, pantalones, camisas, camisetas y jerséis.
En la muestra de auditoría de 12 contratos públicos para la adquisición de equipamiento por valor de más de 676 millones de coronas checas. La SAO constató que en ocho de ellos, es decir, en dos tercios, el Ministerio del Interior no aplicó ni ejecutó las penalizaciones contractuales por un importe total de 3,9 millones de coronas checas sin razón objetiva. CZK por retraso en la entrega de equipos. El Ministerio reclamó las penalizaciones contractuales sólo después de la auditoría de la SAO. Sin embargo, para entonces ya se había efectuado una parte de las reclamaciones por un importe de 2,3 millones de coronas checas. Los 2,3 millones de coronas checas habían prescrito. De este modo, el Ministerio de Hacienda infringió tres leyes: la de propiedad, la de contratación pública y la de normas presupuestarias.
SAO/ gnews - RoZ
FOTO ILUSTRATIVA de Dario Daniel Silva en Unsplash