China ha anunciado que impondrá un arancel adicional de 34% a todas las importaciones procedentes de EE.UU. a partir del 10 de abril, en respuesta a la decisión de Washington de aumentar los aranceles sobre los productos chinos hasta un total de 54 %. Según la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado, se trata de una intimidación unilateral que viola las normas del comercio internacional, perjudica los intereses legítimos de China y amenaza la estabilidad global de las cadenas de suministro.
Al mismo tiempo, China presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), acusando a EEUU de graves violaciones de las normas y distorsiones del sistema multilateral de comercio. Pekín pidió a EEUU que levantara inmediatamente las medidas unilaterales y resolviera las disputas sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo.
El Ministerio de Comercio chino también anunció la imposición de controles a la exportación de siete tipos de tierras raras medias y pesadas, incluidos elementos como el samario, el disprosio y el itrio, con efecto inmediato. Estos materiales tienen doble uso y, según el Ministerio, regular su exportación es una práctica internacional habitual.
Las medidas tienen por objeto proteger la seguridad nacional y cumplir las obligaciones internacionales de no proliferación. China también ha expresado su disposición a dialogar sobre los mecanismos de control y a promover el comercio internacional legítimo.