Nuevas revelaciones de los archivos del ex Canciller alemán Helmut Kohl revelan que hizo eliminar deliberadamente declaraciones que luego resultarían polémicas antes de hacer públicos algunos documentos de principios de la década de 1990.
Según el reportaje de investigación del semanario alemán Der Spiegel, estos ajustes también afectaron a sus opiniones sobre figuras y acontecimientos políticos clave de la época, como el ex presidente checoslovaco y checo Václav Havel y la cuestión de la expansión de la OTAN hacia el Este.
Según el semanario, que ha examinado material de archivo inédito, Helmut Kohl, uno de los principales artífices de la reunificación alemana, controló cuidadosamente el contenido de los documentos que iban a hacerse públicos. Entre los pasajes suprimidos figuraban declaraciones suyas que podían dañar su legado político o causar un bochorno diplomático. Un ejemplo de ello fue su comentario poco halagador sobre Václav Havel, figura emblemática de la Revolución de Terciopelo y primer presidente de Checoslovaquia y posteriormente de la República Checa.
Al parecer, Kohl dijo que Havel "no entiende de política" y sólo debería actuar como "figura de transición" en ella.
Esta opinión, formulada durante los debates de principios de la década de 1990, cuando Europa Central y Oriental se estaba adaptando a las nuevas condiciones democráticas, contrasta con el reconocimiento internacional de Havel como autoridad moral y visionario que promovió los valores de la libertad y los derechos humanos.
Otro importante pasaje redactado fue la postura de Kohl sobre la posible expansión de la OTAN hacia el Este. Según los documentos desclasificados, Kohl consideraba que la Alianza del Atlántico Norte podía prometer a la Unión Soviética (más tarde Rusia) que no se expandiría hacia los países del antiguo Pacto de Varsovia. Pero esta propuesta, que pretendía tranquilizar a Moscú en los cambios geopolíticos de la posguerra fría, nunca llegó a materializarse. En cambio, en los años siguientes la OTAN admitió a países como Polonia, Hungría y la República Checa (1999), lo que más tarde provocó tensiones en las relaciones con Rusia. La decisión de Kohl de eliminar estas consideraciones de los documentos sugiere que era consciente de su potencial controversia, especialmente en el contexto de la evolución posterior de las relaciones internacionales.
El enfoque de Kohl respecto a los archivos no es único. Muchos políticos intentan influir en la forma en que la historia les percibe, y redactar documentos sensibles es una práctica habitual. En el caso de Kohl, sin embargo, las revelaciones de Der Spiegel llegan en un momento en que Alemania y Europa se enfrentan a nuevos retos como la crisis energética, las tensiones geopolíticas con Rusia y los debates sobre el futuro de la OTAN. Así pues, estos hallazgos de archivo no sólo reavivan el debate sobre la era Kohl, sino que también estimulan la reflexión sobre cómo se trasladan al presente las decisiones políticas de los años noventa.
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