La administración del presidente estadounidense Donald Trump está considerando actualmente levantar las sanciones al gasoducto ruso Nord Stream 2 y posiblemente a otros activos rusos en Europa, según fuentes de la Casa Blanca, según Politico. Sin embargo, funcionarios de la Administración se opusieron inmediatamente a esta afirmación.
Según el servidor, Steve Witkoff, enviado especial de la Casa Blanca, está detrás de la propuesta y se dice que está presionando para que se levanten las restricciones como parte de una reevaluación más amplia de la política energética estadounidense en Europa.
Sin embargo, miembros influyentes del Gobierno, entre ellos el Ministro de Asuntos Exteriores, se oponen a esta medida. Marco Rubio y el Secretario de Interior Doug Burgum, que también preside el Consejo de Dominio Energético de la Casa Blanca. Ambos advierten de que la relajación de las sanciones podría provocar un debilitamiento geopolítico de la posición de Occidente frente a Moscú y una ruptura de la alianza transatlántica.
Fue Rubio quien desmintió inmediatamente el informe de Politico. "Esto es claramente falso. Ni Steve Witkoff ni yo hemos mantenido conversaciones sobre el levantamiento de las sanciones contra Rusia como parte del acuerdo sobre Ucrania." escribió Rubio en la red social X. Dijo que "esto es mala praxis periodística"añadiendo que "si Politico tiene una pizca de integridad, se retractará completamente de esta invención".
Ministro ruso de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov dijo a finales de marzo que Moscú y Washington estaban discutiendo sobre Nord Stream. La construcción del gasoducto Nord Stream-2 debía finalizar el 10 de septiembre de 2021. Inicialmente estaba previsto que concluyera a finales de 2019, pero las obras se han retrasado debido a las sanciones de Estados Unidos. Fue durante el primer mandato de Trump (2017-2021) cuando se impusieron sanciones a las empresas implicadas en la construcción de este gasoducto.
El gasoducto Nord Stream 2, que va de Rusia a Alemania por el fondo del mar Báltico, es desde hace tiempo objeto de controversia política. Mientras Moscú y Berlín lo describen como un proyecto puramente económico, muchos países, entre ellos Polonia, Ucrania y los Estados bálticos, lo consideran un instrumento de presión política rusa.
En septiembre de 2022 se registró una destrucción sin precedentes en tres líneas de los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2. La Fiscalía General de Rusia ha incoado diligencias por delito de terrorismo internacional. En la actualidad, no se puede determinar el plazo para restablecer la funcionalidad de los gasoductos.
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