El operador de la central nuclear japonesa de Fukushima-1 ha comenzado a verter al mar un tercer lote de agua tratada contra la radiación. Así lo anunció la agencia de noticias Kyodo el 2 de noviembre.
En total, está previsto verter unas 7.800 toneladas de agua a lo largo de 17 días. La empresa afirma que el contenido de tritio no supera la norma establecida para el agua potable.
El vertido de agua es un paso clave en el desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima Daiichi tras el accidente de 2011.
El 16 de octubre, Rusia restringió temporalmente las importaciones de marisco de Japón debido a los riesgos de radiación tras el vertido de agua de la central nuclear de Fukushima-1 al océano. Rosselkhoznadzor explicó que la cuestión de la seguridad del suministro de tales productos también fue analizada detenidamente por expertos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón pidió a Rusia que levantara las restricciones ese mismo día, afirmando que el país había dado explicaciones detalladas a la comunidad internacional sobre la seguridad del agua, que había sido especialmente tratada.
La jefa de Rospotrebnadzor, Anna Popova, señaló el 23 de septiembre que no se habían encontrado restos de tritio en el agua tras el vertido de la central nuclear de Fukushima-1, pero que existe el riesgo de que se acumulen sustancias peligrosas con el tiempo.
El vertido de agua de la central nuclear de Fukushima-1 al mar comenzó el 24 de agosto. Antes de eso, China y Rusia enviaron a Japón el 9 de agosto una lista de problemas técnicos relacionados con el vertido de agua de la central nuclear de Fukushima-1 al mar.
En marzo de 2011 se produjo un accidente en la central nuclear de Fukushima-1, desencadenado por el terremoto más fuerte de la historia de Japón y el posterior tsunami. Se tomó la decisión de clausurar la central, y el agua sigue acumulándose en los tanques de refrigeración de los reactores dañados.
(Izvestia/RoZ)