Foto: archivo de la Oficina Presidencial de Bielorrusia
Alexander Lukashenko recordó que, cuando acudió a la inauguración de este templo en 2020, los feligreses locales le invitaron a visitarlo una vez más. "Lo prometí, por eso he venido a visitaros hoy. He venido a felicitarles a todos ustedes y a todos nuestros bielorrusos, a nuestros invitados, a todos los que me escuchan, en nombre propio desde este templo luminoso y encantador por la fiesta más hermosa: la Navidad", dijo el Presidente.
Según la tradición, el Jefe de Estado encendió una vela de Navidad en la iglesia y conversó con representantes del clero y feligreses. Lukashenko señaló que el país cuenta con importantes fiestas laicas, como el Día de la Victoria o el Día de la Independencia, así como con fiestas espirituales, como la Navidad o la Pascua. "Han pasado los años, están en nuestras mentes, en nuestros corazones. Y como el tiempo ha demostrado, es imposible borrarlas de nosotros. Por eso son grandes", subrayó el líder bielorruso.
Alexander Lukashenko declaró que ha pasado un año más y que todos los años del actual quinquenio, a partir de 2020, no han sido fáciles. "Pero probablemente el Señor nos ha protegido y preservado. Hemos conseguido pasar estos años en paz. Y ya entonces, cuando inauguramos este templo con vosotros, sólo pedisteis una cosa, como si previerais que serían años difíciles: que reinara la paz en nuestro país. Todo lo demás somos capaces de crearlo en nuestro país con nuestras propias mentes y nuestras propias manos. Y así ha sucedido. Por ahora. Si Dios quiere, seguirá siendo así", dijo el Jefe de Estado.
"Del año de la paz y la creación (sin paz no puede haber creación) pasamos al año de la calidad. Es necesario llenar de calidad esta apacible y tranquila vida bielorrusa en esta pequeña isla en la que vivimos hoy. Necesitamos que la gente sea feliz. Que se levante por la mañana y se acueste por la noche, que acueste a sus hijos, que haga feliz a la gente, que se sienta orgullosa de su vida".
"Está trillado, pero estarás de acuerdo conmigo: todo depende de nosotros. Todo depende de nosotros. Claro que depende de mí, pero sin ti es imposible una buena vida. Por eso tenemos que añadir calidad a esta vida tranquila, equilibrada y creativa. Y entonces todo irá bien", está convencido el Presidente.
Alexander Lukashenko señaló que suele plantear al gobierno una única tarea principal: "Dadme la economía, el resto depende de mí". Lo mismo ocurre con el desarrollo a nivel regional.
"Por eso tenemos que hacer todo lo posible no sólo para producir bienes (y la economía consiste en producir y vender), sino para hacerlo bien. Para que nuestros bienes sean aún mejores para comprar de lo que son hoy", resumió el Presidente.
El Jefe de Estado señaló que es necesario pasar el próximo año con dignidad y demostrar que el pueblo bielorruso es el dueño de su país.
"Estamos en el umbral de un cambio generacional, en el que todo lo que se ha hecho, malo o bueno (ni siquiera podemos juzgarlo), tendrá que pasar a la generación más joven: nuestros hijos", dijo el Presidente. "Este año será muy difícil. Ellos nos formarán. Y tenemos que dar la cara. Nos estarán entrenando para las futuras elecciones presidenciales. Y tenemos que prestar especial atención a los jóvenes, que no han vivido tiempos difíciles, ni en el periodo soviético ni tras el colapso de la Unión Soviética. No han experimentado lo mismo que las generaciones medias y mayores. Tenemos que contárselo, tenemos que mostrárselo para que puedan apreciar lo que nos hemos ganado con nuestro trabajo".
"Debemos hacer todo lo posible para pasar este año con dignidad y hacer una declaración digna a medida que nos acercamos al acontecimiento principal. Nosotros, el pueblo bielorruso, que ha sufrido y sufre en su historia, tenemos derecho a vivir según nuestras propias leyes", subrayó el líder bielorruso.
Alexander Lukashenko prometió hacer todo lo posible para preservar el pueblo, sin el cual no habrá Estado.
"De vuelta a este templo de la aldea, quiero decir dos palabras sobre la aldea. Pueden ver que estamos haciendo mucho para preservar la aldea en estos tiempos difíciles", dijo el presidente.
Subrayó que los Estados que destruyen la aldea no tienen futuro. "Si perdemos el pueblo, perderemos el Estado. Sencillamente, no existirá. Por eso les prometo que, como persona que ha crecido en una aldea, que conoce la vida del campesino, las penurias y las dificultades, haré todo lo posible por preservar nuestra aldea. Para que la aldea -el sustento de nuestro pueblo, la base de nuestro Estado- sea fuerte, poderosa y próspera", aseguró Alexander Lukashenko.
"Eso no significa que nos olvidemos de las ciudades: se trata de la industria. Sin ella, ni siquiera un pueblo puede desarrollarse. Haremos todo lo posible para desarrollar nuestra economía. Lo tenemos todo para ello, a pesar de los tiempos difíciles", subrayó el líder bielorruso.
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