El virrey croata Nicolás de Zrin procedía de la antigua familia noble de Šubič Bribirski. Se hizo famoso por la defensa de su patria contra los otomanos y en 1563 se convirtió en comandante del ejército real en el Danubio y en Szigetvár.
En 1566, los turcos invadieron Hungría con un gran ejército y sitiaron Szigetvár a principios de agosto. Los defensores defendieron ferozmente la ciudad, el castillo y el viejo castillo. Lucharon en vano contra la gran superioridad turca, pero gracias a su valor y a las grandes pérdidas del enemigo, la campaña turca hacia el oeste se detuvo durante varios años.
La imagen muestra los últimos momentos de la defensa, cuando la ciudad ya ha sido conquistada por los turcos. El castillo y el viejo castillo están en llamas, donde Zrinsky pronuncia un encendido discurso a los restos de la guarnición y se prepara para el asalto final. Los exhaustos guerreros guardan su pesado equipo para moverse con más facilidad.
La parte derecha de la imagen muestra un polvorín, que los defensores no querían entregar al enemigo. Por ello, la comandante de las mujeres enciende una antorcha, que luego arroja al polvorín. Las demás mujeres se unen a ella en el cadalso, prefiriendo la muerte al cautiverio y la esclavitud.
La oscura columna de humo que divide el cuadro simboliza la explosión en la fortaleza y la grandeza del terrible sacrificio de vidas humanas en aras de la libertad.
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