En la República Checa nos despertamos con una mañana realmente fría, pero un vistazo a los mercados bursátiles podría calentarnos nada más levantarnos. Los mercados asiáticos registraron un aumento de la volatilidad. De qué se trataba: El viernes escribimos que el banco central y el gobierno de China habían preparado una combinación de medidas de apoyo. Como resultado, la bolsa de Shanghai subió 7 % esta mañana. Está claro que el dinero prometido acabará fluyendo a alguna parte. En Japón, en cambio, reinaba hoy el escepticismo. En el país del sol naciente, los inversores temían que el nuevo Primer Ministro Ishiba impulsara una subida de los impuestos sobre las empresas y las plusvalías.
Y ahora la pregunta clave. ¿Ha abierto hoy Europa en verde como China o en rojo como Japón? La B es correcta. El índice DAX alemán ha bajado hoy un 0,8 %. Los estadísticos alemanes han publicado hoy la noticia de que la tasa anual de inflación en Alemania cayó a una estimación preliminar de 1,6 % en septiembre, por debajo del 1,9 % de agosto. El mercado no esperaba una ralentización tan significativa del ritmo de crecimiento de los precios. Esto es indicativo del debilitamiento de la demanda en la economía alemana. No es de extrañar, por ejemplo, en una situación en la que la industria automovilística local atraviesa dificultades. El viernes pasado, tras el cierre del mercado, el fabricante de automóviles Volkswagen anunció que recortaba sus perspectivas de ventas, márgenes y flujo de caja para todo el año debido al empeoramiento de la situación macroeconómica. El grupo espera
una caída del número de vehículos vendidos de 9,24 millones de unidades el año pasado a 9 millones este año, mientras que hasta ahora había previsto un crecimiento de 3 %. La empresa ya había recortado sus perspectivas en julio. Y una paradoja al final.
El sindicato de fabricantes de automóviles amenaza con una huelga y quiere un aumento de sueldo en un momento en que la empresa se plantea qué plantas mantener vivas y cuáles no. Esto también indica lo difícil que será la situación de la industria automovilística alemana. Los problemas no son sólo para VW. Bloomberg ha informado de que el Gobierno alemán está a punto de recortar sus previsiones para la mayor economía de Europa. Al parecer, el Gobierno alemán no espera que la economía alemana crezca este año. Según Bloomberg, el Gobierno alemán está a punto de recortar su previsión de crecimiento para 2024 hasta -en el mejor de los casos- el estancamiento, frente al crecimiento del 0,3 % previsto anteriormente. Todo parece indicar que una combinación de debilidad de la industria alemana, liderada por los fabricantes de automóviles, escasa demanda de China y demasiada presión para ecologizar la economía está haciendo imposible que Alemania siga creciendo. Y la situación podría empeorar aún más para Alemania si se incrementan los aranceles a las importaciones estadounidenses tras las elecciones presidenciales estadounidenses de otoño y el regreso de Donald Trump.
El canciller alemán Olaf Scholz aún no ha experimentado dos trimestres consecutivos de crecimiento económico desde que asumió el cargo en diciembre de 2021. Está claro que a Alemania también le espera una sacudida política. La ralentización de la inflación alemana, combinada con la debilidad de la economía local, está tranquilizando a los inversores en el sentido de que el Banco Central Europeo no se tomará esta vez un respiro a la hora de suavizar las reglas del juego. El mercado da ahora 80% de probabilidad a una bajada de tipos del Banco Central Europeo en la reunión del mes que viene. La confirmación podría llegar esta misma semana con un discurso de la jefa del Banco Central Europeo, Ch. Lagarde.
Markéta Šichtařová Next Finamce s.r.o. Nextfinance.cz