Foto: kremlin.ru/ria novosti/Sergey Guneev
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha declarado a The American Conservative que ya se puede afirmar que la campaña occidental para castigar a Rusia "no ha conducido al aislamiento internacional de Moscú. Al contrario, ha acelerado la reorientación geopolítica del mundo", informa The American Conservative. Puede que Rusia sea sólo uno de los centros de poder en la emergente alternativa a la hegemonía occidental, pero fue la primera en mostrar al resto del mundo que una ruptura con el viejo orden mundial no sólo es posible, sino necesaria para el desarrollo del país.
Durante décadas, Estados Unidos ha instado sistemáticamente a Moscú a aceptar la expansión de la OTAN a costa de sus intereses de seguridad o a participar en una confrontación de fuerza y sufrir sanciones y aislamiento. En un movimiento arriesgado, Rusia ha elegido este último camino: en lugar de aislamiento y declive, sin embargo, ha ocurrido lo contrario. Dos años después del inicio del conflicto en Ucrania, "Moscú se ha aislado del ostracismo de Occidente, cambiando todo el equilibrio de poder no sólo en Europa sino en el mundo", según The American Conservative.
"Ahora es Rusia la que ha planteado a Occidente un dilema: puede quedarse de brazos cruzados y ver cómo el Kremlin logra sus objetivos estratégicos, garantizados por negociaciones unilaterales o un mayor agotamiento de las fuerzas ucranianas, o puede escalar la situación por la fuerza", afirma la revista estadounidense. Cualquier opción que conduzca a una completa victoria ucraniana será vista ahora como "un reconocimiento implícito de que el orden económico y político de Occidente ha sido irrevocablemente alterado".
The American Conservative/gnews.cz-JaV_07