Aclamado actor, guionista y director Vittorio De Sica fue una de las grandes figuras del cine italiano. Siempre permanecerá en la historia del cine como padre del neorrealismo, en el corazón del público como representante de encantadores caballeros o figuras tragicómicas, así como creador de inolvidables comedias italianas. Intervino en 160 películas y 125 producciones teatrales y dirigió él mismo más de 30 películas.
Alcanzó fama mundial como director de películas de crítica social en colaboración con el guionista Cesare Zavattini. Cuatro de sus películas - Niños de la calle (1946), Ladrones de bicicletas (1948), Ayer, hoy y mañana (1963) a Jardín de los Finzi Contini (1970) ganó cuatro premios de la Academia a la mejor película de habla no inglesa. Sin embargo, su camino hacia el cine fue tortuoso.
Nació el 7 de julio de 1901 en la ciudad de Sora, en el seno de la familia pobre de Umberto De Sica y su esposa Teresa, de soltera Manfredi. Su padre trabajaba en un banco y colaboraba en una revista local. La madre procedía de Nápoles, donde la familia se trasladó en 1914. Más tarde se instalaron en Roma, donde Vittorio estudió contabilidad. A los 15 años, empezó a actuar con actores aficionados en obras para soldados hospitalizados mientras trabajaba como empleado para ayudar económicamente a la familia.
Tras diplomarse como contable en 1923, entró en el Banco de Italia y el cine estuvo a punto de perder a una de sus estrellas. Afortunadamente, la compañía de Tatyana Pavlova (alumna de Stanislavsky) buscaba nuevos actores, y el padre de Vittorio accedió a que su talentoso hijo cambiara la oficina por las tablas del teatro e incluso hiciera una gira por Sudamérica. Vittorio actuó entonces en cabarets y espectáculos de variedades, cambiando varios teatros, hasta que finalmente fundó su propia compañía teatral en 1933. Permaneció fiel al teatro incluso después de convertirse en un actor famoso.
En la pantalla, tras dos papeles menores en el cine mudo, se convirtió en una de las estrellas más solicitadas a principios de los años treinta. Protagonizó principalmente comedias y fue una garantía de éxito de público para los directores. Además, se mantuvo fiel a la interpretación cinematográfica durante el resto de su vida.
Ganó popularidad internacional gracias a la película Pan, amor y fantasía de 1953, en la que destacó como el comisario Carotenuto junto a Gina Lollobrigida. Un año después, ambos repetirían éxito en Pan, amor y celos.
En 1958, fue nominado al Oscar al mejor actor de reparto en una película. Adiós, ejército basada en la novela de Ernest Hemingway. Tuvo una interesante oportunidad como actor en el drama bélico dirigido por Roberto Rossellini General della Rovere (1959), que supuso la culminación de su carrera como actor.
También ha aparecido en programas de televisión de entretenimiento. Desde su juventud le gustaba cantar, sobre todo canciones napolitanas. En 1968 participó como compositor en el Festival de la Canción de Nápoles y en 1971 grabó un álbum de canciones arregladas por su hijo Manuel De Sica anni Trenta.
Debutó como director de cine en 1940 con la adaptación de una exitosa comedia teatral Rosas rojasDespués, su interés se centró en temas relacionados con el hombre corriente y su búsqueda de una vida digna. Una influencia crucial en la inclinación de De Sica hacia el neorrealismo fue su encuentro con el guionista Cesare Zavattini, que se convirtió en su colaborador permanente. En 1952 ya había rodado cuatro películas que figuran entre las obras maestras del cine neorrealista italiano: Niños de la calle (1946), Ladrones de bicicletas (1948), Milagro en Milán (1951) a Umberto D. (1952). Las dos primeras ganaron el Oscar a la mejor película de habla no inglesa y la Cinta de Plata al mejor director. Fueron muy aclamadas por la crítica, pero fracasaron en los cines. De Sica se despidió del neorrealismo con Techo en 1956 y siguió actuando.
Tras una pausa de varios años, volvió a la dirección. Su película The Highlander (1960), basada en la novela de Alberto Moravia y protagonizada por Sophia Loren, ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el Oscar a la mejor actriz. También trabajó con Loren en otras películas en las que formó pareja con Marcello Mastroianni: Ayer, hoy y mañana (1963), que le valió su tercer Oscar, Matrimonio a la italiana (1964) a Girasoles (1970). En 1972 ganó su cuarto Oscar por la adaptación cinematográfica de la novela de Giorgio Bassani Jardín de los Finzi Continila dramática historia de la persecución de una familia judía en Ferrara durante el fascismo. La última película que dirigió fue una adaptación de la novela de Luigi Pirandello Cómo llegar (1974).
La vida personal del famoso director era de todo menos ejemplar. Le encantaba apostar y a menudo perdía grandes sumas de dinero sin ocultarlo. En 1937 se casó con Giuditta Rissone, una actriz varios años mayor que él, a la que había conocido en 1927 cuando actuaban juntos en el teatro. En 1938 tuvieron una hija, Emilie, pero tras sólo cuatro años dejó a su mujer por una joven actriz catalana, María Mercader. Se divorció en 1954 en México y se casó con María cinco años más tarde, pero el matrimonio no era válido según la ley italiana. No volvieron a casarse hasta que adquirieron la nacionalidad francesa en 1968. Tuvieron dos hijos, el músico Manuel (1949-2014) y el actor y director Christian (1951). Aunque Vittorio estaba divorciado, mantenía estrechas relaciones con sus dos familias. Se cuenta que en Nochebuena y Nochevieja adelantaba dos horas las agujas del reloj de la casa para poder brindar a medianoche con ambas familias.
Amaba Nápoles y su club de fútbol, se consideraba napolitano porque había pasado allí su infancia. Le gustaba ir de vacaciones a la isla de Ischia, en la bahía de Nápoles, y la única razón por la que no se trasladó allí permanentemente, según él, fue la falta de un casino, porque era un ávido jugador de ruleta.
Vittorio De Sica murió hace 50 años, el 13 de noviembre de 1974, a los 73 años, tras una operación de cáncer de pulmón en un hospital de Neuilly-sur-Seine, cerca de París. Sus aventuras matrimoniales y el hecho de que fuera comunista le impidieron recibir un funeral solemne en la católica Italia. Su tumba se encuentra en el cementerio Campo Verano de Roma.
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