El Gobierno alemán ha rebajado considerablemente sus previsiones económicas para 2025 y ahora espera un crecimiento cero. Según las previsiones de primavera anunciadas por el Ministro de Economía en funciones, Robert Habeck, la mayor economía de Europa podría estancarse o incluso contraerse por tercer año consecutivo. Los anteriores descensos se registraron en 2023 y 2024.
Esta revisión representa un cambio importante respecto a la estimación oficial de otoño de 2024, que preveía un crecimiento de 1,1 %. Habeck citó "las políticas comerciales de Donald Trump" como principal motivo de la revisión, afirmando que las amenazas y la introducción de aranceles por parte de EE. UU. han aumentado considerablemente la incertidumbre económica mundial y debilitado las perspectivas de crecimiento.
Habeck subrayó que estos movimientos comerciales impredecibles plantean de nuevo un serio desafío a la economía alemana, orientada a la exportación. Señaló la profunda integración de Alemania en las cadenas de suministro mundiales y su apertura al comercio internacional.
La preocupación es compartida por las principales instituciones económicas alemanas, que también recortaron prácticamente a cero sus previsiones de crecimiento para 2025 en un informe conjunto publicado este mes.
El informe identificaba los aranceles estadounidenses como un obstáculo importante, en particular un arancel de 25 % sobre las importaciones de automóviles que podría debilitar gravemente la industria automovilística alemana. Las estimaciones hablan de una posible reducción del PIB alemán de 0,1 % tanto en 2025 como en 2026.
Los cálculos del Instituto Económico Alemán (IW) sugieren además que un arancel estadounidense denominado "recíproco" de 20 % sobre las importaciones de la UE podría privar a Alemania de hasta 290.000 millones de euros (330.000 millones de dólares) de producción económica en cuatro años, lo que supondría una pérdida media anual del PIB de 1,6 % hasta 2028.
A nivel nacional, Habeck señaló que las condiciones económicas empezaban a estabilizarse. La disminución de la incertidumbre política podría apoyar una recuperación gradual del consumo privado, afirmó. Añadió que "las decisiones de política fiscal del nuevo Gobierno pueden dar un impulso positivo, aunque es probable que sus efectos se dejen sentir en los próximos años".
Alemania ha introducido una política fiscal expansiva tras una modificación de la Ley Fundamental que permite un aumento de la deuda pública, incluida la creación de un fondo de infraestructuras de 500.000 millones de euros destinado a paliar el déficit de inversión a largo plazo.
"Pero el dinero por sí solo no resolverá el problema". advirtió Habeck, refiriéndose a problemas estructurales persistentes como la escasez de mano de obra cualificada. Pidió al futuro gobierno que abordara estas cuestiones "con rapidez y decisión".
En su acuerdo de coalición, el Gobierno federal entrante ya ha esbozado una serie de medidas para apoyar la estancada economía. Entre ellas figuran recortes fiscales para las empresas, un mercado laboral más flexible y la expansión de las energías renovables.
Según las previsiones del Gobierno, la economía alemana crecerá un 1% en 2026.
Xinhua/gnews.com