PRAGA, 23 de mayo de 2024 - La supervisión técnica en las obras de construcción es una parte integral del proceso de construcción y es percibida como necesaria y beneficiosa por el 98 % de las oficinas de diseño encuestadas. La legislación actual y el estado de la supervisión de la construcción en la práctica se debatieron en la Conferencia de Supervisores e Inversores en la Industria de la Construcción, organizada por CEEC Research en el Ministerio de Desarrollo Regional.
La supervisión técnica consiste en garantizar que el proyecto de construcción se ejecuta de acuerdo con la documentación del proyecto aprobada, las normas técnicas y los reglamentos, pero también se centra en la durabilidad de la construcción y en garantizar la seguridad y la calidad.
La Ley de Edificación lo exige para todos los edificios financiados con fondos públicos. El sector privado recurre a los servicios de la Inspección Técnica del Inversor (ITI) por razones racionales y pragmáticas, sin que la legislación le obligue a ello.
A menudo se prefieren supervisores de obra externos, principalmente por sus conocimientos especializados, su independencia y su capacidad para proporcionar evaluaciones objetivas. Este enfoque aporta una serie de ventajas, entre ellas la mejora de la calidad y la eficiencia de la ejecución de los proyectos. A su vez, los ejecutores internos entienden las necesidades y procesos específicos de su organización, lo que puede mejorar la coordinación y la comunicación dentro del equipo. Lo ideal es una combinación de ambos enfoques, con expertos externos que aporten una perspectiva independiente y personal interno que garantice una transferencia de información fluida y la continuidad del proyecto.
"La administración pública debe percibir la supervisión externa no sólo como una parte necesaria del mecanismo de control, sino también como una inversión en la sostenibilidad y funcionalidad a largo plazo de la infraestructura o la construcción. Los proyectos de construcción financiados con fondos públicos tienen un enorme impacto en la economía y la sociedad, por lo que es inaceptable que se ejecuten sin una supervisión exhaustiva y profesional. Actualmente nos enfrentamos en el país a una situación en la que la falta de supervisión independiente ha dado lugar a repetidos casos en los que han tenido que llevarse a cabo costosas reparaciones poco después de la finalización de los proyectos. La introducción de una supervisión técnica externa obligatoria debería considerarse un paso prioritario hacia la mejora de la transparencia y la eficiencia en el sector público. Este enfoque no sólo evitaría errores innecesarios y un aumento de los costes en el futuro, sino que también reforzaría la confianza en el proceso de contratación pública", afirma el Director de Investigación del CEEC sobre el estado actual del uso de la supervisión de la construcción. Michal Vacek.
La encuesta muestra que dos tercios de las empresas recurren a supervisión técnica externa. En la República Checa suele haber problemas con el cumplimiento de las normas en las obras y los consiguientes elevados costes de reparación. Según estudios de Transparencia Internacional, en la República Checa hay un mayor nivel de corrupción en la contratación pública que en algunos países occidentales. Esto se debe en parte a la falta de supervisión externa. Ejemplos como la reconstrucción del Museo Nacional o la construcción de autopistas en las que se detectaron defectos una vez terminadas demuestran la necesidad de prevenir estas situaciones. La supervisión independiente es una garantía cierta de que no se produzcan prácticas poco éticas, como sobornos o manipulación de licitaciones.
"El beneficio y el valor añadido de la supervisión técnica reside en el control independiente y profesional, tanto desde el punto de vista técnico como financiero. La contratación pública debe basarse en el mecanismo de mercado no sólo para el trabajo de diseño y la ejecución real de la obra, sino también para las actividades independientes de control y supervisión", afirma. Petr SuchanekDirector Técnico de INFRAM.
Según las empresas de proyectos entrevistadas, las principales ventajas de recurrir a una supervisión técnica externa residen en la calidad de la ejecución, en la representación de los intereses del inversor, estrechamente relacionada con el control de costes, así como en la transparencia y el cumplimiento de la normativa.
Cuáles son las ventajas de utilizar TDI externos:
En muchos países, es práctica habitual que los proyectos públicos estén bajo la supervisión constante de supervisores externos independientes. Consideran que el coste de la supervisión independiente es una inversión que se amortiza a largo plazo al garantizar una mayor calidad y eficiencia en la construcción. Por ejemplo, en EE.UU., Canadá, Australia y muchos países de la UE, la supervisión externa es práctica habitual en los grandes proyectos de obras públicas.
Las estadísticas muestran que los Estados que invierten en una supervisión independiente tienen menores costes de mantenimiento y reparación de infraestructuras a largo plazo. Por ejemplo, según el Banco Mundial, las medidas preventivas en forma de supervisión de calidad pueden ahorrar hasta 20-30 % en costes asociados al mantenimiento y las reparaciones posteriores.
Según la encuesta de CEEC Research, los siguientes cambios legislativos también aportarían los mayores beneficios en el ámbito de la supervisión técnica:
En primer lugar, la digitalización de los procesos. La digitalización es un paso clave hacia la modernización y racionalización de la supervisión técnica. La introducción de herramientas digitales permitiría un mejor seguimiento de la documentación en todas las fases del proceso de construcción, lo que redundaría en una mayor transparencia y, en general, en un acceso más fácil a la información. Además, la digitalización facilitaría la comunicación entre todas las partes interesadas y permitiría una toma de decisiones más rápida y precisa.
Además, la encuesta mostró que las empresas también acogerían con satisfacción un endurecimiento de la rendición de cuentas, es decir, que los supervisores técnicos fueran más responsables de la calidad y la seguridad de los proyectos de construcción. Esto podría incluir sanciones más estrictas por incumplimiento de los reglamentos y normas, lo que motivaría a los supervisores de obras a trabajar con más diligencia y mejorar la calidad general de la construcción.
La introducción de criterios de cualificación más estrictos garantizaría que los supervisores técnicos cuentan con los conocimientos y la experiencia adecuados. Esto podría incluir la certificación obligatoria y la formación periódica para garantizar que los supervisores técnicos estén siempre familiarizados con las últimas tecnologías y prácticas en este campo.
La introducción de la supervisión independiente en los proyectos de construcción pública en la República Checa podría suponer una reducción significativa de los costes globales, una mejora de la calidad y una mayor transparencia en la contratación pública.
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