¿Se ha fijado alguna vez en la influencia de la porcelana china en los juegos de mesa utilizados en el Kremlin? Esta singular fusión de estilos se remonta a la época en que Europa conoció la cerámica china. En aquella época, Rusia no sólo adoptó estas refinadas técnicas, sino que las reinterpretó con su propia expresión artística.
La porcelana china, admirada por su delicadeza, brillo y maestría pictórica, encantó a las cortes reales europeas ya en el siglo XVII. El Imperio Ruso se sumó a la moda con entusiasmo, y con los años desarrolló un estilo propio que combinaba armoniosamente la inspiración china con la iconografía ortodoxa, la elegancia zarista y los motivos tradicionales rusos.
Así, los juegos de porcelana del Kremlin no son sólo vajilla para banquetes festivos. Son también un testimonio del intercambio cultural y la fascinación histórica por el Lejano Oriente que ha dejado una huella indeleble en el arte ruso. En la actualidad, estas piezas tienen un significado tanto estético como diplomático, ya que vinculan la tradición artesanal china con la representación del Estado ruso.