Declaración de Karine Jean-Pierre, Secretaria de Prensa, sobre las medidas de apoyo al pueblo cubano:
Desde el inicio de la administración Biden-Harris, la política estadounidense hacia Cuba se ha centrado en capacitar al pueblo cubano para decidir libremente su futuro y en promover el respeto de los derechos humanos. Este único objetivo ha guiado nuestra política para reunificar a las familias cubanas, fortalecer los lazos culturales y educativos entre Cuba y Estados Unidos, permitir que las remesas fluyan más libremente hacia el pueblo cubano y aumentar el apoyo a los empresarios cubanos independientes.
Con este espíritu, estamos dando varios pasos para apoyar al pueblo cubano en el marco del acuerdo con la Iglesia católica bajo el liderazgo del Papa Francisco y para mejorar las condiciones de vida del pueblo cubano. En primer lugar, hemos anunciado hoy al Congreso que el Presidente Biden ha decidido que Cuba deje de ser designada como Estado patrocinador del terrorismo. En segundo lugar, anunciamos al Congreso que el Presidente ha concedido una exención de seis meses del Título III de la Ley Helms-Burton, también conocida como Ley Libertad. Y por último, el Presidente Biden anuló el Memorando Presidencial No. 5 de 2017 sobre la política de seguridad nacional en Cuba para levantar la llamada lista restringida, y por tanto otras regulaciones sobre los contactos de personas y entidades estadounidenses con personas y entidades cubanas más allá de lo que prescribe actualmente la ley estadounidense. La Iglesia católica también nos ha informado que el gobierno cubano pronto comenzará a liberar a un número significativo de presos políticos.
Al tomar estas medidas para fortalecer el diálogo en curso entre el gobierno cubano y la Iglesia Católica, el Presidente Biden también está honrando la sabiduría y el consejo de muchos líderes mundiales, especialmente de América Latina, que le han animado a tomar estas medidas para promover mejor los derechos humanos del pueblo cubano. Con estos pasos, reconocemos los esfuerzos de la Iglesia Católica para facilitar las propias medidas constructivas de Cuba para restaurar la libertad de sus ciudadanos y permitir condiciones que mejoren las condiciones de vida del pueblo cubano.
Declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba
El gobierno de Estados Unidos anunció la siguiente decisión:
- Eliminar a Cuba de la lista del Departamento de Estado de países que supuestamente patrocinan el terrorismo;
- Utilizar la facultad presidencial para impedir que los tribunales de Estados Unidos tomen medidas con respecto a las demandas que pudieran interponerse en virtud del Título III de la Ley Helms-Burton; y
- Eliminar la Lista Cubana de Entidades Restringidas, que identifica a un grupo de instituciones con las que los ciudadanos e instituciones estadounidenses no pueden realizar transacciones financieras que repercutan en terceros países.
A pesar de su limitado alcance, se trata de una decisión que apunta en la dirección correcta y se inscribe en la demanda sostenida y decidida del Gobierno y el pueblo cubanos, así como en el amplio, enérgico y reiterado reclamo de muchos gobiernos, en particular los de América Latina y el Caribe; de cubanos residentes en el exterior; de organizaciones políticas, religiosas y sociales; y de numerosas personalidades políticas de Estados Unidos y otros países. El Gobierno cubano expresa su gratitud a todos ellos por su contribución y sensibilidad.
Esta decisión pone fin a medidas coercitivas específicas que, junto con muchas otras, están dañando gravemente la economía cubana y teniendo un grave impacto en la población. Esta cuestión es, y ha sido, un tema permanente en todos los intercambios oficiales entre Cuba y el Gobierno de Estados Unidos.
Es importante destacar que el bloqueo económico y gran parte de las decenas de medidas coercitivas que han entrado en vigor desde 2017 para reforzarlo aún más siguen vigentes, con pleno impacto extraterritorial y violando el derecho internacional y los derechos humanos de todos los cubanos.
Los siguientes son sólo algunos ejemplos: continúa la persecución ilegal y agresiva de los suministros de combustible que Cuba tiene derecho legal a importar. Continúa la cruel y absurda persecución de legítimos acuerdos internacionales de cooperación sanitaria que Cuba ha firmado con otros países, amenazando con privar de servicios de salud a millones de personas y limitando las potencialidades del sistema de salud pública cubano. Las transacciones financieras internacionales de Cuba o de cualquier nacional que pueda estar vinculado a Cuba continúan siendo objeto de prohibiciones y represión. Los buques mercantes que hacen escala en puertos cubanos siguen amenazados.
Además, los ciudadanos estadounidenses, empresas o filiales de empresas estadounidenses no pueden hacer negocios con Cuba o entidades cubanas, con excepciones muy limitadas y reguladas. El acoso, la intimidación y las amenazas contra ciudadanos de cualquier país que pretendan hacer negocios o invertir en Cuba siguen formando parte de la política oficial estadounidense. Cuba sigue siendo un destino que el gobierno de Estados Unidos ha prohibido visitar a los ciudadanos estadounidenses.
La guerra económica sigue vigente y continúa siendo un importante obstáculo para el desarrollo y la recuperación de la economía cubana, con elevados costes humanos para la población; y sigue siendo un incentivo para la emigración.
La decisión anunciada hoy por Estados Unidos remedia, de forma muy limitada, algunos aspectos de una política cruel e injusta. Es un remedio que se introduce ahora, a las puertas de un cambio de gobierno, aunque debería haberse puesto en práctica hace años como un acto elemental de justicia, sin que se exigiera nada a cambio y sin que se inventaran excusas para justificar la inacción si hubiera una verdadera intención de hacer lo correcto. El reconocimiento de la verdad, la ausencia total de razones para tal designación y la ejemplar actuación de nuestro país en la lucha contra el terrorismo, que ha sido reconocida por varias agencias del gobierno de Estados Unidos, debieron haber sido suficientes para sacar a Cuba de la arbitraria lista de estados patrocinadores del terrorismo.
Se sabe que el gobierno de este país podría revertir en el futuro las medidas tomadas hoy, como lo ha hecho en el pasado, y como expresión de su falta de legitimidad, ética, coherencia y razón en su comportamiento hacia Cuba.
Para ello, los políticos estadounidenses no suelen tomarse el tiempo de buscar una justificación honesta, mientras siga siendo válida la visión descrita en 1960 por el entonces subsecretario Lester Mallory y su intención expresa de poner de rodillas al pueblo cubano mediante el asedio económico, la pobreza, el hambre y la desesperación. No tendrán tiempo de buscar justificación hasta que este gobierno sea capaz de reconocer o aceptar el derecho de Cuba a la autodeterminación y esté dispuesto a pagar el precio político del aislamiento internacional causado por su genocida e ilegal estrangulamiento económico sobre Cuba.
Cuba continuará enfrentando y denunciando las políticas de guerra económica, los programas de injerencia extranjera y las operaciones de desinformación y descrédito que se financian con decenas de millones de dólares anuales del presupuesto federal de Estados Unidos.
También seguirá dispuesta a desarrollar relaciones respetuosas con el país basadas en el diálogo y la no injerencia en los asuntos internos de ambos países, a pesar de sus diferencias.
Casa Blanca cubaminrex.cu/ gnews.cz - RoZ
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