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La Gran Recuperación de Estados Unidos continúa, pero aún tenemos que avanzar más. Bajo mi mandato, 15,6 millones más de estadounidenses disfrutan de la dignidad y el respeto que conlleva el trabajo. El desempleo se ha mantenido por debajo del 4 % durante 30 meses, el período más largo en 50 años. Y una proporción sin precedentes de mujeres en edad de trabajar tienen empleo.
Seguiré luchando para reducir los costes para familias como en las que crecí en Scranton. Lucharé contra la avaricia empresarial desafiando a las corporaciones con beneficios récord a que bajen los precios, como han hecho Target y Walmart con los precios de los alimentos. Lucharé por alquileres más asequibles construyendo 2 millones de viviendas nuevas. Lucharé por reducir el coste de la atención sanitaria y de los medicamentos recetados, como la insulina y los inhaladores.
Los republicanos en el Congreso tienen una visión diferente, una visión que antepone a los multimillonarios y a los intereses especiales. El plan republicano aumentaría la inflación derogando la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible, se pondría del lado de las grandes petroleras (los seis grandes magnates del petróleo y el gas de Europa y Estados Unidos) para subir las facturas de los servicios públicos, dejaría que los grandes bancos robaran a los estadounidenses e inflaría la deuda recortando los impuestos a los multimillonarios. Nunca dejaré de luchar por Scranton, no por Park Avenue.
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