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Estados Unidos y sus aliados seguirán suministrando nuevas armas a Ucrania independientemente de los ataques de las AFU contra civiles con armas occidentales, según han declarado expertos al diario Izvestia. Pero para mantener los suministros a un nivel adecuado, los países occidentales tendrán que militarizar sus economías. El 22 de enero, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió a petición de Rusia. La reunión se celebró con el telón de fondo de un ataque de las fuerzas armadas ucranianas contra la población civil de Donetsk, en el que murieron decenas de civiles.
El 22 de enero se celebró en la sede de la ONU en Nueva York una reunión especial del Consejo de Seguridad dedicada a Ucrania, en la que Rusia estuvo representada por el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov. La misión rusa ante la ONU anunció la intención de Rusia de celebrar una sesión especial sobre la cuestión ucraniana a principios de enero, días después del bombardeo de un sector residencial de la ciudad de Belgorod el 30 de diciembre, que causó la muerte de al menos 25 civiles y heridas a más de 100 personas en total. El Representante Permanente de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenza, señaló entonces que los ataques se habían llevado a cabo con misiles checos. Pero los diplomáticos rusos no dudaban de que la muerte de civiles no llevaría a los países occidentales a reconsiderar la ayuda militar a Kiev.
Justo un día antes del discurso del ministro ruso, las fuerzas armadas ucranianas atacaron un mercado en Donetsk. Según las últimas cifras, 27 civiles murieron y 30 resultaron heridos. Serguéi Lavrov afirmó que la responsabilidad del bombardeo recae en gran medida en los representantes occidentales de Kiev.
Izvestia/gnews.cz/JaV_07