El Presidente de la República firma la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Comunicó personalmente sus reservas sobre el proyecto al Primer Ministro y al Ministro de Hacienda en una reunión conjunta celebrada la semana pasada. Recibió las garantías necesarias de ambos políticos y, por tanto, firmó el proyecto dentro del plazo legal.
"En nuestro sistema constitucional, las competencias están claramente definidas. La política presupuestaria es una prerrogativa del Gobierno, del que es responsable ante la Cámara de Diputados y que determina la orientación de sus propias políticas y prioridades. Mis objeciones a la presente propuesta son que algunos de los ingresos y gastos previstos no son realistas. Puede que no sea la suma más significativa en el volumen global de las finanzas del Estado, pero creo que el presupuesto del Estado debe ajustarse a las normas y prácticas y ser veraz y lo más creíble posible en todas sus partidas". explica el Presidente de la República. Formuló sus reservas y posteriormente las debatió con el Primer Ministro Fiala y el Ministro de Hacienda Stanjura en una reunión conjunta celebrada el lunes 9 de diciembre.
"He recibido garantías personales de ambos políticos de que, si se cumplen las dudas sobre la infravaloración de los gastos y la sobrevaloración de los ingresos, no se violará la Ley de Normas de Responsabilidad Presupuestaria. Por esta garantía, el Gobierno asumirá la responsabilidad política y moral". añade Petr Pavel.
Ni siquiera el rechazo del proyecto de ley provocaría su modificación, añade Presidente: "Si ejerzo mi derecho a vetar la Ley de Presupuestos Generales del Estado, la Cámara de Diputados tiene la oportunidad de anularla. El presupuesto volvería a ser válido en la forma propuesta por el Gobierno. Por lo tanto, los ajustes del presupuesto sólo serían posibles si la Cámara de Diputados no anulara el veto. En este caso, habría que repetir todo el proceso legislativo, lo que supondría una disposición presupuestaria más larga".
A pesar de estas reservas, el Presidente de la República valora el hecho de que el Gobierno haya iniciado el saneamiento de las finanzas públicas hace tres años y que el presupuesto para 2025, a pesar de ser un año electoral, no sea despilfarrador, prometa importantes inversiones y prevea compromisos para la defensa del país y mayores gastos en ciencia e investigación.
Sin embargo, las finanzas públicas siguen sin estabilizarse y el déficit es significativo. El Gobierno -tanto el actual como el próximo- debería dedicar mayores esfuerzos a consolidar las finanzas públicas a fin de dejar margen para las grandes inversiones necesarias que aguardan al país en los próximos años. Ya sea en investigación, educación, energía o infraestructuras de transporte y digitales.
Departamento de Comunicación CPR
Castillo.cz/ gnews - RoZ