BRATISLAVA - El primer ministro eslovaco, Robert Fico, no cambiará de opinión sobre la guerra de Ucrania porque su colega checo, Petr Fiala, quiera que lo haga. Fico ha declarado hoy a la televisión TA3 en relación con la decisión de Praga de suspender las consultas intergubernamentales con Eslovaquia debido a las divergencias de opinión de ambos países en cuestiones clave de política exterior. Indirectamente, el primer ministro eslovaco también se opuso a las declaraciones del presidente checo, Petr Pavel, en las que calificaba a Fico de decepcionante.
"Yo no estaré aquí mañana, ni el Sr. Fiala estará aquí mañana, ¿de qué ha servido todo eso? Para anunciar en territorio eslovaco que alguien está decepcionado con el Primer Ministro eslovaco. Son cosas que no pertenecen al vocabulario diplomático normal y moderno", dijo Fico.
El Primer Ministro eslovaco dijo que le importaban las relaciones entre checos y eslovacos. "Las relaciones entre checos y eslovacos son algo demasiado valioso como para que alguien utilitario las amenace por estrechas razones políticas", añadió.
Según Fico, su gobierno continuará con su política exterior soberana. Añadió que Ucrania, que se enfrenta a una invasión militar por parte de Rusia desde hace más de dos años, necesita un alto el fuego y conversaciones de paz.
La semana pasada, en respuesta a la decisión del gobierno checo de suspender las negociaciones conjuntas con su gabinete, Fico afirmó que el gobierno checo había decidido poner en peligro las relaciones eslovaco-checas sólo porque estaba interesado en apoyar la guerra en Ucrania, mientras que el gobierno eslovaco hablaba abiertamente de paz.
Tras asumir el cargo el pasado octubre, el actual gobierno de Fico detuvo la ayuda militar a Kiev procedente de suministros estatales eslovacos. Fico también ha afirmado en repetidas ocasiones que la estrategia de los países occidentales sobre Ucrania ha fracasado. A su vez, criticó a la Unión Europea por no presentar un plan de paz para resolver el conflicto.
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