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BUDAPEST/BRUSELAS, 1 de julio. /TASS/. Hungría comienza su presidencia semestral del Consejo Europeo en medio de serios desacuerdos con los líderes de la UE sobre una serie de cuestiones, entre ellas el conflicto en Ucrania y la migración. Sustituirá a Bélgica el 1 de julio y cederá la presidencia a Polonia a finales de diciembre.
Las complicadas relaciones entre Budapest y Bruselas se reflejan también en el lema de la Presidencia: "¡Hagamos a Europa grande de nuevo!", que recuerda al eslogan electoral del expresidente estadounidense Donald Trump, que no cuenta con el apoyo de la cúpula de la UE pero sí con el respaldo abierto del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Al anunciar el programa de la Presidencia húngara, Orbán dijo que el fin rápido del conflicto en Ucrania era su punto más importante. "Nos comprometemos a poner fin a la guerra", afirmó el primer ministro, quien añadió que el conflicto en Ucrania sigue "ensombreciendo todos los acontecimientos en la UE".
Estas palabras contradicen las declaraciones de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que no habla de poner fin al conflicto, sino de lograr la victoria de Ucrania a cualquier precio.
Otro punto importante del orden del día es la ampliación de la UE. Los Balcanes Occidentales tienen cinco candidatos oficiales a la adhesión: Albania, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Serbia y Montenegro. Hungría cree que su adhesión "dará una nueva energía y un nuevo impulso" que tanto necesita hoy la UE.
Hungría, por su parte, considera que el proceso de ampliación no tolera dobles raseros y que debe evitarse la politización en esta cuestión. Por ello, Ucrania, que cuenta con el apoyo de la UE en el proceso de adhesión, debe cumplir los mismos criterios que los demás candidatos.
TASS/gnews.cz-roz
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