El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó durante una reunión de gabinete de seis horas retransmitida en directo que la cocaína legalizada podría "venderse como el vino".
El Presidente colombiano Gustavo Petro ha dicho que "la cocaína no es peor que el whisky" y que sólo es ilegal porque procede de América Latina.
El líder izquierdista -que intenta frenar la creciente producción de cocaína en el país sudamericano desde que llegó al poder en agosto de 2022- hizo estos comentarios esta semana durante una reunión ministerial de seis horas que fue retransmitida en directo por primera vez en la historia.
"La cocaína es ilegal porque se produce en América Latina, no porque sea peor que el whisky". dijo Petro, antiguo miembro del movimiento guerrillero M-19.
"Si alguien quiere paz, este asunto debe (con drogas) romper". Y añadió. "Podría desmantelarse fácilmente si el mundo legalizara la cocaína. Se vendería como el vino".
Colombia es, con diferencia, el mayor productor mundial de cocaína, y el cultivo de hoja de coca -principal ingrediente de la droga- alcanzó niveles récord en el país en 2023, según informó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). Según Informes de la ONUDD aproximadamente 253.000 hectáreas de tierras agrícolas estarán sembradas de coca en Colombia en 2023, lo que supone 10 % más que el año anterior. "mata americanos y no se fabrica en Colombia"en referencia a una droga que forma parte de la crisis de los opiáceos en EE.UU. y que se calcula que causa unas 70.000 muertes por sobredosis al año en el país.
"El fentanilo fue creado como farmacia por multinacionales norteamericanas" y los que la utilizaban "se convertían en adictos", añadió.
Los comentarios de Peter podrían agitar las aguas en Washington, ya que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha hecho de la lucha contra el narcotráfico una prioridad y ha amenazado con imponer aranceles a México y Canadá por, entre otras cosas, el flujo ilegal de fentanilo hacia Estados Unidos.
Apenas el mes pasado, Bogotá y Washington se enfrascaron en una agria disputa sobre inmigración que casi desató una guerra comercial entre los aliados de larga data. Trump amenazó a Colombia con aranceles y sanciones después de que el país sudamericano se negara a aceptar vuelos militares con migrantes deportados de Estados Unidos. Bogotá acabó dando marcha atrás.
euronews/noticias - RoZ
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