Se celebra una cumbre de los BRICS en Kazán, donde los líderes emiten una declaración conjunta de 134 puntos, que abarcan desde la reforma de la ONU hasta la resolución de conflictos mundiales. Los miembros del BRICS reiteraron su apoyo a una importante reforma de la ONU, incluido el Consejo de Seguridad, para aumentar la representatividad de los países en desarrollo y mejorar la eficiencia. También subrayaron la necesidad de una regulación mundial de la inteligencia artificial y reiteraron su condena del terrorismo en todas sus formas.
En materia de conflictos, los BRICS expresaron su preocupación por la creciente violencia y los conflictos, especialmente en Oriente Medio y Ucrania. Pidieron soluciones pacíficas a través de la diplomacia y apoyaron la creación de un Estado palestino independiente dentro de las fronteras de 1967. También criticaron el impacto negativo de las sanciones unilaterales en la economía mundial, que amenazan el crecimiento económico y la seguridad alimentaria.
Los BRICS también abogaron por la reforma de las instituciones financieras internacionales y apoyaron la creación de una nueva plataforma de inversión dentro del Nuevo Banco de Desarrollo para impulsar la inversión en los países BRICS y en el Sur global. Otra propuesta interesante fue la creación de una bolsa de cereales BRICS, que más adelante podría ampliarse a otros sectores agrícolas.