La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de la ONU es el plan más completo y progresista jamás creado para lograr la igualdad de derechos de TODAS las mujeres y niñas. La Plataforma, acordada por 189 gobiernos en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995, se centra en 12 áreas de acción, denominadas "áreas críticas de preocupación". Se trata del empleo y la economía, la participación política, la paz, el medio ambiente, el fin de la violencia contra las mujeres y otros.
El año 2025 marca el trigésimo aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Pekín. Es un año clave para que el feminismo luche por los derechos de las mujeres y las niñas, exija la igualdad de género e insista en un reequilibrio de las estructuras de poder para que todos tengan las mismas oportunidades en el mundo.
¿Por qué es importante la Plataforma de Acción de Pekín?
La igualdad de género es importante para todos, en todas partes. La Plataforma de Acción de Pekín considera que la igualdad de género es la base de todos los esfuerzos para lograr sociedades más pacíficas y prósperas y un planeta sostenible.
Como su nombre indica, la plataforma no habla de palabras, sino de hechos. En cada una de las áreas críticas, establece los pasos acordados para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Los movimientos feministas, los movimientos juveniles y otros movimientos de la sociedad civil llevan mucho tiempo defendiendo muchas de ellas y han influido en la configuración de la plataforma. Junto con los representantes de los gobiernos, constituyeron la mayoría de las 17.000 personas que asistieron a la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer.
Gracias a la Plataforma de Acción de Pekín, los países tienen un plan y saben lo que tienen que hacer. Los compromisos adquiridos por cada gobierno influyen en la política interior y exterior, así como en la inversión en leyes, políticas y programas para promover la igualdad de género.
Cada cinco años, los países revisan quién está -o no- haciendo qué y dónde. Todo el mundo puede opinar sobre los avances y los obstáculos a la igualdad de género en su país. A través de estas revisiones se avanza, y la urgencia de la igualdad de género es visible y está viva.
¿Qué progresos se han realizado en materia de derechos de la mujer desde la adopción de la Plataforma de Acción de Pekín?
Piense por un momento en los avances que ha observado en su vida o en su país en materia de igualdad de género. Es probable que estén relacionados de algún modo con el impulso mundial desencadenado por la Declaración y la Plataforma de Acción de Pekín. Ese es el poder del acuerdo y la acción colectivos.
Durante casi tres décadas, la Plataforma de Pekín ha logrado avances significativos para las mujeres y las niñas de todo el mundo, demostrando que el cambio es posible.
Mayor protección jurídica para mujeres y niñas: la Plataforma de Acción de Pekín ha impulsado una lucha mundial contra la violencia de género, con la aprobación de 1.583 leyes en 193 países, frente a sólo 12 en 1995. Algunos países están actualizando sus leyes para adaptarse a las nuevas formas de violencia relacionada con la tecnología.
Servicios y apoyo a las supervivientes: los gobiernos han acordado proporcionar refugio, asistencia jurídica, asesoramiento y atención sanitaria a las supervivientes de la violencia, recursos que salvan vidas y que ya están disponibles en la mayoría de los países. Más de 100 países han formado a la policía para que preste apoyo a las supervivientes de la violencia, un paso importante en la búsqueda de justicia y la prevención de la violencia contra las mujeres.
Autonomía económica de la mujer: entre los logros conseguidos desde 1995 figura la extensión casi mundial de la legislación que prohíbe la discriminación sexual en el empleo. Se han creado nuevos servicios para aliviar la pesada carga de cuidados no remunerados que soportan las mujeres, y se ha reducido la brecha de género en la educación.
La mujer en la consolidación de la paz: la Plataforma de Acción de Pekín ha reforzado el papel de la mujer en la resolución de conflictos, la consolidación de la paz y la justicia en casos de violencia sexual en zonas de conflicto, pasando de 19 planes de acción nacionales sobre la mujer, la paz y la seguridad en 2010 a 112 en la actualidad. Sin embargo, queda mucho por hacer para dotar de recursos y aplicar los planes.
Menos buenas noticias: ¿Cuáles son los problemas que obstaculizan la igualdad de género?
La discriminación de género está profundamente arraigada en nuestra sociedad e incluso en nuestro propio pensamiento. Las diferencias resultantes entre los sexos se ven agravadas por un mundo muy desigual.
Entre los factores que han complicado la situación en los últimos años figuran las presiones de la pandemia COVID-19, las crisis económicas, los conflictos y las emergencias climáticas, que se entrecruzan con un fuerte impulso a la igualdad de género y un debate político polarizado.
Cada vez son más las mujeres que viven en conflictos y crisis: en 2023 habrá más de 170 conflictos armados; 612 millones de mujeres y niñas vivirán a menos de 50 kilómetros de ellos, más del doble que en la década de 1990.
Demasiadas mujeres y aún pobres: Casi 10 % de mujeres y niñas en el mundo siguen atrapadas en la pobreza extrema con pocas opciones para salir de ella. En el peor de los escenarios climáticos, otros 158,3 millones de mujeres y niñas podrían caer en la pobreza en 2050. Las mejoras, antes prometedoras, en la reducción de la mortalidad materna se han estancado, especialmente en los países y comunidades más pobres y vulnerables.
113 países nunca han tenido una jefa de Estado: se está avanzando en la participación política de las mujeres: la proporción de mujeres se ha más que duplicado en todo el mundo, pasando de 11 % a 27 % en la actualidad. Sin embargo, el ritmo del cambio es tal que la igualdad de género es un sueño lejano.
La crisis mundial de violencia contra las mujeres y las niñas sigue sin dar señales de remitir: unos 736 millones de mujeres han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja o de violencia sexual por parte de una persona que no es su pareja en algún momento de su vida. Los índices de violencia tienden a aumentar durante las crisis y están surgiendo nuevas formas a través de las tecnologías digitales.
Además, las mujeres y las niñas siguen corriendo un riesgo mucho mayor de sufrir discriminación de género si también se enfrentan a otras formas de exclusión, como la discapacidad, la raza, la edad, los ingresos o la orientación sexual.
¿Qué relación guardan la Declaración y la Plataforma de Acción de Pekín con los Objetivos Mundiales de Desarrollo Sostenible?
Ya se trate de la pobreza, la educación o la acción por el clima, los 17 ODS dependen de la consecución de la igualdad de género. Al igual que la Plataforma de Pekín, los ODS son globales. No se alcanzarán a menos que participe la mitad de la humanidad: las mujeres y las niñas. Esto significa, entre otras cosas, que nunca acabaremos con la pobreza, mejoraremos la salud y detendremos el deterioro del planeta sin respetar y cumplir los derechos de TODAS las mujeres y niñas.
Para entrar en más detalles, ONU Mujeres constató que 14 Objetivos de Desarrollo Sostenible dependen de la eliminación de la violencia de género. Se trata de una violación de los derechos humanos a gran escala que se cobra muchas vidas y destruye las oportunidades de trabajar e ir a la escuela. Los costes económicos ascienden a billones de dólares cada año, fondos que podrían destinarse a resolver otros problemas acuciantes. Los países con altos niveles de violencia también corren un mayor riesgo de sufrir conflictos violentos, lo que hace que el ODS 16 sobre sociedades pacíficas sea inalcanzable.
Ahora que ya sabes por qué la Plataforma de Acción de Beijing es pertinente hoy en día y cómo su aplicación impulsa la igualdad de género y el desarrollo sostenible, únete a la campaña #ForAllWomenAndGirls de ONU Mujeres y descubre lo que puedes hacer.
onu.org / gnews.cz-jav