ESTRASBURGO - La nueva ley de soberanía húngara, concebida para evitar injerencias externas en la política nacional, ha sido condenada hoy por los diputados del Parlamento Europeo (PE) en una resolución. La última resolución de esta legislatura, en la que los eurodiputados evalúan el estado de la democracia y el respeto del Estado de Derecho en Hungría, también pone de manifiesto varias preocupaciones graves, sobre todo de cara a las próximas elecciones europeas y a la presidencia húngara de la UE. Según el texto, el PE teme que el gobierno húngaro no sea capaz de desempeñar este papel de forma creíble.
Los eurodiputados también pidieron a la Comisión Europea (CE) que reconsiderara su decisión de descongelar los fondos de la UE, calificando la medida de incomprensible.
Al término del debate plenario, los eurodiputados adoptaron una resolución (399 votos a favor, 117 en contra y 28 abstenciones) que condena las graves deficiencias en el poder judicial, la lucha contra la corrupción y los conflictos de intereses, la libertad de los medios de comunicación, los derechos fundamentales, el funcionamiento de la sociedad civil o el respeto de los principios del mercado único.
Diez de los 21 eurodiputados checos apoyaron la resolución. Los tres representantes de los Piratas (Marcel Kolaja, Markéta Gregorová y Mikuláš Peksa, facción Verdes), Martina Dlabajová y Dita Charanzová (independientes, elegidas por ANO) de la facción Renovación, Radka Maxová (independiente, (elegida por ANO) de la facción Socialista, Luděk Niedermayer (TOP 09), Stanislav Polčák (STAN), Jiří Pospíšil (TOP 09) y Tomáš Zdechovský (KDU-ČSL) de la facción del Partido Popular PPE y Veronika Vrecionová (ODS) de la facción Conservadora ECR. La eurodiputada Michaela Šojdrová (KDU-ČSL), del grupo del PPE, se abstuvo. Los otros nueve eurodiputados votaron en contra: Kateřina Konečná (KSČM, grupo de izquierdas GUE/NGL), Ivan David y Hynek Blaško (ambos elegidos como eurodiputados del SPD), tres eurodiputados del grupo conservador ECR (Alexandr Vondra, Evžen Tošenovský, Jan Zahradil, todos eurodiputados de ODS) y Ondřej Knotek, Martin Hlaváček y Ondřej Kovařík (todos de ANO, grupo Renovación).
Teniendo en cuenta los recientes casos de "violaciones persistentes, sistémicas y deliberadas" de los valores de la UE, el Parlamento condenó la aprobación de la ley húngara de soberanía, que según el partido gobernante, el Fidesz, impedirá injerencias indebidas de personas o grupos extranjeros en la política nacional. La ley establece una oficina de protección de la soberanía para identificar y evaluar los riesgos de injerencia política. Los eurodiputados consideran que "los amplios poderes de la oficina y su estricto sistema de supervisión y sanciones violan fundamentalmente la democracia... y una serie de normas de la UE". La ley también castiga con hasta tres años de cárcel la financiación extranjera ilegal de partidos o grupos que se presenten a las elecciones.
En la resolución, los eurodiputados piden a la Comisión Europea que solicite al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, una medida cautelar para suspender la ley, ya que consideran que afecta al principio de elecciones libres y justas.
Los eurodiputados han vuelto a condenar la decisión de la Comisión de desbloquear más de diez mil millones de euros congelados (más de 250.000 millones de coronas) de los fondos de ayuda de la UE a pesar de las persistentes críticas por las violaciones del Estado de Derecho por parte de Hungría. La CE desbloqueó el dinero en vísperas de una cumbre en diciembre, en la que los Estados miembros debatieron aumentar el presupuesto de la UE e iniciar conversaciones de adhesión con Ucrania y otros países. El Parlamento Europeo ya había llevado a la CE ante el Tribunal de Justicia de la UE por este asunto. En la resolución de hoy, los eurodiputados reiteran que consideran que la CE ha actuado de forma incomprensible.
En la resolución, el Parlamento Europeo también expresa su preocupación por que el Gobierno húngaro no pueda desempeñar con credibilidad sus funciones bajo la presidencia de la UE en el segundo semestre de 2024. Por último, los eurodiputados piden un mecanismo global para proteger los valores de la Unión Europea.
CTK/gnews.cz-RoZ_07
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