GAZA - Samih Abdul Wahid, palestino amputado de 12 años, lucha a diario por usar sólo su pierna derecha en el centro de la Franja de Gaza. Hace siete meses, un ataque israelí en la ciudad de Gaza se cobró no sólo su pierna izquierda, sino también la vida de sus padres, robándole la esperanza en el futuro.
"La explosión hizo que se formara una enorme nube blanca a mi alrededor, que luego se volvió negra, y cuando desperté en el hospital, mi pierna había desaparecido, al igual que mis padres". narrado por Abdul Wahid.
Tras dos meses de tratamiento en el hospital, Abdul Wahid vive ahora con su tía en una tienda improvisada en la playa de Deir al-Balah, ciudad situada a más de 14 km al sur de la ciudad de Gaza. Tiene que caminar al menos dos kilómetros con muletas para comprar comida en el mercado más cercano, y cada paso es una lucha.
"Deseé que me mataran," gimió el chico, su voz apenas un susurro. "En esta vida terrible, no tengo más remedio que convertirme en una carga para la sociedad".
Desde el estallido del conflicto entre Israel y Hamás en Gaza, el 7 de octubre de 2023, más de 41.800 palestinos han muerto y más de 96.900 han resultado heridos en Gaza, un número significativo de ellos niños y mujeres, según las autoridades sanitarias.
La Organización Mundial de la Salud estimó a mediados de septiembre que al menos 22.500 de estas lesiones "cambian la vida" y requieren rehabilitación a largo plazo. Entre ellas, predominan las lesiones graves en las extremidades, cuyo número oscila entre 3.000 y 4.000 amputaciones.
"La mayoría de los intentos de salvar miembros de la amputación han fracasado debido a heridas profundas, infecciones graves y lesiones especialmente inusuales causadas por armas". a Xinhua Marwan Al Hamsdirector de hospitales de campaña en Gaza.
Además, según Al Hams, los médicos se enfrentan a importantes problemas para rescatar a los heridos debido a la escasez de suministros médicos. "Trabajamos en condiciones terribles y nos vemos obligados a tomar decisiones dolorosas en relación con las amputaciones". añadió el médico.
El trauma psicológico de la amputación suele ser profundo y duradero.
"Soñaba con ser fotógrafo y grabar la vida en Gaza, pero ahora me han volado las manos y mi sueño se ha hecho añicos". se lamenta Diaa al-Odainiun muchacho de 15 años de Deir al-Balah que perdió ambas manos en un reciente ataque israelí.
Según Al Hams, los amputados como al-Odaini se enfrentan a grandes dificultades en Gaza para obtener una atención adecuada. Buscar tratamiento y obtener prótesis en el extranjero sigue siendo para ellos una opción limitada para recuperar la esperanza de vivir.
XINHUA/ gnews - RoZ
FOTO - Xinhua/ Rizek Abdeljawad