El presidente Donald Trump ha dicho que no descarta desplegar tropas para apoyar la reconstrucción de Gaza tras el reasentamiento permanente de los palestinos desplazados fuera del territorio devastado por la guerra. Trump hizo estos comentarios en una rueda de prensa conjunta tras reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca, donde ambos líderes abordaron un frágil alto el fuego y un acuerdo sobre rehenes en la guerra entre Israel y Hamás.
El Presidente estadounidense ha dicho que quiere que Estados Unidos se apropie de la Franja de Gaza y la reconstruya después de que los palestinos hayan sido reasentados en otros países.
"Estados Unidos se hará cargo de la Franja de Gaza y nosotros también haremos una obra con ella. La poseeremos y nos encargaremos de desmantelar todas las bombas peligrosas sin detonar y otras armas sobre el terreno". dijo Trump a los periodistas.
No ofreció inmediatamente detalles sobre cómo gestionará EE.UU. el emplazamiento o qué hará con él. Dijo que Estados Unidos trabajará en el desarrollo económico de la zona después de limpiar los edificios destruidos.
"No creo que la gente deba volver," dijo Trump. "Ahora es imposible vivir en Gaza. Creo que necesitamos otro lugar. Creo que debe ser un lugar que haga feliz a la gente".
Las declaraciones de Trump se produjeron en un momento en el que él y sus principales asesores defendían que el calendario de tres a cinco años para reconstruir el territorio devastado por la guerra, establecido en el acuerdo de alto el fuego temporal, no es realista.
"Si miras la década, todo es muerte en Gaza". añadió Trump. "Esto ha estado ocurriendo durante años. Todo es muerte. Si podemos conseguir una zona bonita donde trasladar a la gente, de forma permanente, a casas bonitas donde puedan ser felices y no les disparen y no les maten y no les apuñalen hasta la muerte como está ocurriendo en Gaza."
Egipto y Jordania, así como otros países árabes, han rechazado categóricamente los llamamientos de Trump para reasentar a 2,3 millones de palestinos del territorio durante la reconstrucción de posguerra del territorio.
Sin embargo, altos funcionarios de la administración siguen presionando para que se reasiente a los palestinos por motivos humanitarios.
"Creo que es injusto explicar a los palestinos que podrían volver dentro de cinco años". El enviado de Trump a Oriente Medio dijo a los periodistas Steve Witkoff. "Eso es absurdo".
La Casa Blanca se ha centrado en la reconstrucción en un momento en que el incipiente alto el fuego entre Israel y Hamás pende de un hilo.
El primer ministro israelí también se enfrenta a la presión de su coalición de derechas para que ponga fin a un alto el fuego temporal contra los militantes de Hamás en Gaza, y a la de los israelíes cansados de la guerra que quieren que los rehenes que quedan regresen a casa y que el conflicto, que dura ya 15 meses, llegue a su fin.
Trump, por su parte, se mantiene cauto sobre las perspectivas a largo plazo de un alto el fuego, aunque se atribuye el mérito de haber conseguido que Hamás e Israel aceptasen un acuerdo sobre rehenes y alto el fuego que entró en vigor el día antes de que él volviese al cargo el mes pasado.
"No tengo garantías de que la paz vaya a durar", dijo Trump a los periodistas el lunes.
Desde su vuelta al poder, Trump ha pedido el reasentamiento de los palestinos de Gaza en los vecinos Egipto y Jordania, aunque el presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sisi, y el rey jordano, Abdullah II, se han negado.
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, la Autoridad Palestina y la Liga Árabe se unieron a Egipto y Jordania en el rechazo a los planes de traslado de palestinos de sus territorios en Gaza y Cisjordania ocupada.
Aun así, Trump insiste en que puede persuadir a Egipto y Jordania para que acepten acoger a los palestinos desplazados, gracias a la importante ayuda estadounidense a El Cairo y Ammán. El ala dura del Gobierno de Netanyahu ha aceptado el llamamiento para sacar de Gaza a los palestinos desplazados.
Netanyahu se encuentra en medio de semanas de testimonios en un juicio por corrupción centrado en las acusaciones de que intercambió beneficios con magnates de los medios de comunicación y socios ricos. Netanyahu ha negado las acusaciones, diciendo que es víctima de una "caza de brujas".
Ver a Trump, que es popular en Israel, podría ayudar a distraer a la opinión pública del proceso y reforzar la posición de Netanyahu.
"Tenemos al líder adecuado para Israel, que ha hecho un gran trabajo". dijo Trump refiriéndose a Netanyahu.
Este es el primer viaje de Netanyahu fuera de Israel desde noviembre, cuando la Corte Penal Internacional dictó órdenes de detención contra él, su ex ministro de Defensa y un comandante militar de Hamás asesinado, acusándolos de crímenes contra la humanidad durante la guerra de Gaza. Estados Unidos no reconoce la jurisdicción de la CPI sobre sus ciudadanos o su territorio.
También se espera que el primer ministro aproveche la visita para presionar a Trump para que tome medidas decisivas contra Irán. Teherán se ha enfrentado a una serie de reveses militares, como las fuerzas israelíes que han degradado gravemente a Hamás en Gaza y a los combatientes de Hezbolá en Líbano, así como una operación que diezmó las defensas aéreas de Irán. Este momento, según Netanyahu, creó el espacio para una resolución decisiva del programa nuclear de Teherán.
Antes de la reunión con Netanyahu Trump firmó una orden ejecutivalo que, en su opinión, aumentará la presión económica sobre Irán.