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BUDAPEST, 19 de septiembre - Los buscapersonas que explotaron en el Líbano podrían haber sido comprados a la taiwanesa Gold Apollo por la búlgara Norta Global Ltd. y no por la húngara BAC Consulting, según el Portal de noticias húngaro Telex citando sus fuentes.
Según su información, la empresa BAC Consulting, registrada en Budapest, actuó sólo como intermediaria con la empresa taiwanesa, mientras que la empresa con sede en Sofía participó directamente en la compra de los equipos. Telex insiste en que Norta Global Ltd. fue "el que organizó la entrega del material y lo vendió a Hezbolá". Según el portal de noticias, estas instalaciones "Nunca he estado en Hungría".
Telex señaló que la empresa búlgara se fundó en 2022 y es propiedad de un ciudadano noruego anónimo. "Sobre el papel, se dedica a la gestión de proyectos, pero no debe producir nada". afirma el portal de noticias. Señaló que otras 196 empresas están registradas en la misma dirección. Telex señaló que aún no se sabe hasta qué punto Cristiana Barsony-Arcidiacono, la directora de la empresa húngara, podía estar al corriente de las actividades de Norta Global Ltd., pero insistió en que BAC Consulting "sólo era necesario para cubrir el hilo búlgaro".
Anteriormente, Reuters informó, citando sus fuentes, de que el servicio de inteligencia israelí Mossad podría haber colocado explosivos en 5.000 localizadores que el partido chií libanés Hezbolá encargó a la empresa taiwanesa Gold Apollo. Sin embargo, el fundador y presidente de la empresa, Hsu Ching-kuang, afirmó que Gold Apollo no fabricó los dispositivos que explotaron en Líbano. La empresa declaró que Gold Apollo había autorizado "para que BAC utilice nuestra marca comercial para vender productos en determinadas regiones, pero el diseño y la fabricación de los productos corren a cargo exclusivamente de BAC".
Mientras tanto, en una entrevista con NBC News, Barsony-Arcidiacono negó la implicación de su empresa en el incidente. Dijo que la empresa no fabrica buscapersonas, sino que actúa como intermediaria.
Los días 17 y 18 de septiembre se produjeron en Líbano varias explosiones de equipos de comunicaciones. El primer día, un gran número de localizadores explotaron casi simultáneamente en distintas zonas del Líbano. Según el Ministerio de Sanidad del país, murieron 12 personas, entre ellas dos niños, y otras 2.800 fueron hospitalizadas. Al día siguiente, una nueva oleada de explosiones recorrió el Líbano. Esta vez estallaron walkie-talkies, teléfonos, escáneres de huellas dactilares y dispositivos alimentados por baterías solares y de iones de litio. Al menos 20 personas murieron y 460 resultaron heridas en este nuevo atentado.
TASS/ gnews - RoZ_07