PRAGA - Los resultados de la reunión de hoy de los primeros ministros del Grupo de Visegrado (V4 - República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría) no han sido sorprendentes. Los analistas políticos entrevistados por ČTK están de acuerdo. Según ellos, sólo confirmaron los puntos en los que los países tienen diferencias de opinión, así como aquellos que ven de la misma manera. Esperan que la V4 siga funcionando a pesar de los desacuerdos, que se refieren principalmente a la resolución de la guerra en Ucrania.
En particular, los países V4 tienen actitudes diferentes en cuanto a la forma de apoyo a Ucrania. Mientras que la República Checa y Polonia proporcionan a Ucrania material militar de los almacenes del ejército, Eslovaquia y Hungría se niegan a hacerlo y se centran en la ayuda humanitaria o para la reconstrucción.
"Se esperan los resultados de las negociaciones. Hay desacuerdos, y bastante importantes, pero existe cierta voluntad política de mantener el grupo, entre otras cosas, precisamente para evitar que Eslovaquia y Hungría se inclinen aún más hacia Rusia", declaró Miroslav Mareš, politólogo de la Universidad Masaryk de Brno..
Según él, la diplomacia checa desempeña el papel de una especie de moderador entre Polonia, por un lado, y Eslovaquia y Hungría, por otro. "Por el momento, creo que la situación es tal que el grupo no será muy activo al más alto nivel, seguirá habiendo contradicciones, pero en algunos otros ámbitos, de los que también habló el Primer Ministro Petr Fiala, puede seguir desarrollándose", añadió el politólogo.
Según Pavlina Janebová, de la Asociación para Asuntos Internacionales (AMO), hay consenso sobre todo en cuestiones regionales como infraestructuras, energía y migración. "El Primer Ministro Fiala también trató de presentar con cierto optimismo la constatación de que habían llegado a dos puntos de acuerdo sobre Ucrania. Uno es que la invasión rusa de Ucrania fue una violación del derecho internacional, y el otro es que Ucrania necesita ayuda", señaló Janebova. "La señal es que la cooperación persistirá a pesar de los desacuerdos", añadió.
El primer ministro checo, Petr Fiala (ODS), y su homólogo polaco, Donald Tusk, subrayaron hoy la necesidad de apoyar persistentemente a Ucrania en todos los aspectos. Tusk calificó al Presidente ruso Vladimir Putin de criminal de guerra y dijo que no había duda de quién era el agresor y quién la víctima. Por su parte, el Primer Ministro eslovaco, Robert Fico, y el Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, rechazaron la ayuda militar y hablaron repetidamente de la necesidad de entablar conversaciones de paz lo antes posible en la rueda de prensa posterior a la reunión. Pero los cuatro primeros ministros coincidieron en que sus países no tenían previsto enviar tropas a Ucrania.
Según Fialy, la reunión de hoy ha sido franca e importante, pero el formato de la reunión ha cambiado inesperadamente porque los primeros ministros querían discutir abiertamente algunos temas por su cuenta, sin la presencia de otros miembros de las delegaciones. Orbán dijo tras la reunión que Visegrád estaba vivo. También Tusk, que antes de la reunión había expresado dudas sobre el sentido de continuar con el formato V4, señaló después que las diferencias no eran tan fundamentales como podría parecer.
CTK/noticias.cz-Jav_07