Las personas que viven en localidades socialmente excluidas se enfrentan a un desempleo de larga duración, dificultades materiales y de vivienda, ejecuciones hipotecarias, endeudamiento y bajo nivel educativo. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (MoLSA) ha gastado 2.800 millones de coronas checas del Programa Operativo Empleo para abordar estos problemas y aumentar la empleabilidad de estas personas. Entre 2016 y 2023, se apoyó a más de 23.000 participantes en 418 proyectos. Como puso de manifiesto la fiscalización de la SAO, el impacto de los proyectos en la situación de las personas procedentes de localidades en situación de exclusión social fue limitado y efímero. Por regla general, los proyectos subvencionados sólo tuvieron un impacto débil en la situación general de los municipios en los que existen dichas localidades. Sólo 24 participantes en el proyecto % consiguieron integrarse de forma más permanente en el mercado laboral. El coste medio de la ayuda por participante en el proyecto fue de 110 208 CZK.
El MoLSA hizo hincapié principalmente en el uso de los fondos: definió la finalidad de la subvención de forma muy amplia y no garantizó que sólo se apoyaran siempre proyectos con objetivos claros y mensurables. La SAO ha señalado en repetidas ocasiones las deficiencias mencionadas en la gestión del Programa Operativo de Empleo (p. ej. 21/29, č. 22/28 o no. 23/21).
La fiscalización también puso de manifiesto que el MoLSA no controlaba sistemáticamente si las ayudas conducían a la eliminación de algunas de las causas profundas de la exclusión social, como las necesidades materiales y de vivienda, el endeudamiento o las ejecuciones hipotecarias. Tampoco controló si la ayuda contribuía al empleo de las personas poco cualificadas. Este es uno de los grupos con mayor riesgo de exclusión social.
Los proyectos de acercamiento coordinado a localidades socialmente excluidas, a los que se destinaron 1.800 millones de coronas checas del total de las ayudas, iban a ser cruciales para la inclusión social. Estos proyectos dieron lugar a la participación en el mercado laboral de 18 % participantes anteriormente desempleados o inactivos. Para el grupo de personas de 54 años o más, sólo fueron 10 %. Entre los proyectos de enfoque coordinado subvencionados, también hubo algunos que no condujeron al empleo de ninguno de los participantes. En tres de estos proyectos, la MLSA gastó innecesariamente 9,5 millones de CZK. Un ejemplo es un proyecto por valor de 2,5 millones de CZK. No tenemos miedo al trabajo. Su objetivo era colocar a 110 personas en el mercado laboral legal o, al menos, aumentar sus posibilidades de éxito en él. Sin embargo, según las conclusiones de la SAO, ninguno de los 58 participantes en el proyecto tenía empleo seis meses después de finalizar su participación en el mismo.
Los proyectos de enfoque coordinado también pretendían contribuir al desarrollo del espíritu empresarial social en lugares con localidades socialmente excluidas. Como puso de manifiesto la auditoría de la SAO, sólo se crearon dos empresas sociales gracias a estos proyectos durante todo el período de programación. Por lo tanto, la contribución de estos proyectos al desarrollo del espíritu empresarial social fue mínima.
La mayor parte (68 %) de los fondos aportados a los proyectos de enfoque coordinado fueron utilizados por los beneficiarios para gastos de personal, es decir, para salarios de coordinadores, formadores, asesores, trabajadores sociales, etc. Los beneficiarios utilizaron otros 20 % del gasto para los denominados costes indirectos, es decir, administración y gastos generales. Aproximadamente el 3% del gasto se destinó a ayudas directas al grupo destinatario (por ejemplo, complementos salariales).
De un total de 104 municipios en los que se ejecutaron los proyectos del enfoque coordinado, 58 municipios seguían sufriendo el mayor grado de exclusión social en 2023, es decir, casi 56 %. A pesar de los beneficios parciales de los proyectos, en estos municipios no se eliminaron las causas más profundas de la exclusión social. Esto tuvo repercusiones directas en el gasto presupuestario del Estado. Solo en estos 58 municipios, el MoLSA desembolsó 14 200 millones CZK del presupuesto estatal para subsidios de subsistencia y suplementos de vivienda entre 2016 y 2023.
El menor impacto de los proyectos se debió, entre otras cosas, al método de financiación de la Agencia para la Inclusión Social del Ministerio de Desarrollo Regional, que refuerza las soluciones no sistémicas a corto plazo y no permite dar respuestas flexibles a las necesidades actuales de las localidades afectadas, pero también a la escasa motivación y normalmente baja cualificación de algunas personas que viven en localidades excluidas y a una legislación inadecuada a largo plazo. El MoLSA, junto con otros ministerios, ha respondido a esto preparando enmiendas o propuestas de nuevas leyes. Según la SAO, será importante cómo se apliquen en la práctica los nuevos instrumentos legislativos.
La SAO incluyó un total de nueve proyectos del Programa Operativo Empleo en la muestra de auditoría. La SAO constató que los beneficiarios seleccionados gastaron parte de los fondos destinados a la inclusión social en localidades socialmente excluidas de manera ineficiente e ineficaz. Ninguno de los beneficiarios alcanzó plenamente todos los objetivos fijados para el proyecto. Tres proyectos carecían por completo de objetivos claros y mensurables, pese a lo cual el MoLSA gastó en ellos casi 50 millones de 50 millones de coronas checas. Los fondos gastados sólo contribuyeron de forma limitada a mejorar la situación de los beneficiarios.
SAO/ gnews - RoZ
FOTO ILUSTRATIVA - Agencia para la Inclusión Social