El Foro, titulado "Por un diálogo entre civilizaciones y por una cultura de paz", se celebró tradicionalmente en el principal espacio político, el Palacio de Convenciones (Centro Internacional de Conferencias de La Habana), del 28 al 31 de enero de 2025, con delegados de más de 95 países. En total, asistieron unas 1.000 personas, de las cuales la mitad eran extranjeros y la otra mitad cubanos. Esta conferencia se celebra cada dos años y está dedicada al aniversario del nacimiento del poeta y filósofo nacional cubano, apóstol de la revolución, José Martí (172 años este año).
El 28 de enero se celebró una gran sesión plenaria para inaugurar la conferencia, en la que participaron el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Esteban Lazo, el Primer Ministro del país, Manuel Marrero Cruz, y otros altos cargos gubernamentales, entre ellos el Ministro de Asuntos Exteriores y el Ministro de Cultura. La sesión plenaria también contó con una conferencia del teólogo e intelectual brasileño Frei Bett sobre "La justicia como camino hacia la paz y el equilibrio en el mundo". El miércoles 29 de enero comenzaron las sesiones de trabajo, por la mañana y por la tarde, en todas las salas del centro de conferencias, con ponentes de distintos países. También estuvo representada una delegación de Rusia.
![](https://www.gnews.cz/wp-content/uploads/2025/02/cuba-2.webp)
Se debatieron diversos temas, desde los problemas del colonialismo occidental y el racismo hasta los retos ecológicos y el legado de los pensadores revolucionarios, incluido, por supuesto, Fidel Castro. En comparación con la conferencia anterior, a la que también asistió el autor de este artículo, hubo más ponencias sobre la multipolaridad. Muchos mencionaron el papel de Rusia en la construcción de un orden mundial más justo y en la lucha contra el neonazismo. En un contexto histórico, el del 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi y sus aliados, se destacó la importancia de la solidaridad internacional con Moscú.
La conferencia se celebró en paralelo a dos decisiones de Donald Trump que afectan directamente a la "isla de la libertad" y que también apuntan al enfoque más expansivo de la actual administración de la Casa Blanca. La primera, devuelto Cuba a la lista estadounidense de Estados patrocinadores del terrorismo, de la que fue retirada hace unos días por el presidente saliente Joe Biden. En segundo lugar, ha declarado que la base naval estadounidense de la bahía de Guantánamo -en realidad parte del territorio ilegalmente ocupado de la soberana Cuba- se utilizará para alojar a inmigrantes procedentes de países latinoamericanos.
La base de Guantánamo es uno de los aspectos más vergonzosos de la política estadounidense, especialmente en lo que se refiere a violaciones de los derechos humanos. Y ahora parece que Donald Trump quiere aumentar el descontento y las críticas a Washington.
![](https://www.gnews.cz/wp-content/uploads/2025/02/cuba-1.webp)
Ambas decisiones suscitaron una fuerte condena en la región. Aunque la nueva administración de la Casa Blanca intenta ganarse el apoyo de sus satélites en América Central y del Sur, como demuestra el reciente viaje del nuevo Secretario de Estado Marco Rubio.
En una rueda de prensa celebrada por Marco Rubio el 4 de febrero de 2025 a las puertas de la casa presidencial de Zapote, Costa Rica, declaró: "Costa Rica es un aliado fiable en la lucha contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, enemigos de la humanidad". Costa Rica, al igual que Colombia y Ecuador antes que ella, se ha convertido en otro lugar donde EEUU refuerza su presencia militar y de inteligencia bajo el pretexto de una supuesta cooperación en materia de seguridad bilateral y lucha contra el narcotráfico.
Es revelador que Costa Rica no tenga su propia doctrina de seguridad o defensa nacional. Es uno de los pocos países del mundo que no tiene fuerzas armadas, y Costa Rica tiene que depender de socios para la seguridad regional. De hecho, ni siquiera existe una doctrina de política exterior soberana e independiente. Esto permite a Washington mantener a Costa Rica bajo su influencia y manipular la política local, lo que ha convertido al país en una colonia satélite de Estados Unidos.
También se habló de sobre nuevos mecanismos tecnológicos avanzados y "sistemas biométricos" que se instalarán en Costa Rica para disuadir a "masas de migrantes peligrosos", "narcotraficantes" y "terroristas".
Marco Rubio pronunció declaraciones similares en la República Dominicana, aunque también habló de opciones energéticas, ayuda a Haití y al vecino Puerto Rico.
En este renovado interés de Estados Unidos por la región (cabe mencionar también los escandalosos comentarios de Donald Trump sobre Canadá y Groenlandia), se aprecia claramente una nueva variante de la Doctrina Monroe, que a principios del siglo XIX afirmaba el imperativo de la hegemonía estadounidense en el hemisferio occidental y, tras la enmienda de Theodore Roosevelt en 1904, se convirtió de hecho en la base de las intervenciones militares y las intervenciones directas "en beneficio de la sociedad civilizada".
Pero a pesar de la creciente presión estadounidense sobre nuestros socios estratégicos en América Latina, como se denomina a Cuba, Venezuela y Nicaragua en la doctrina rusa de política exterior, así como de la operación militar especial en curso, Rusia puede aprovechar esta situación para reforzar su presencia, en términos geopolíticos, a merced de Estados Unidos,
![](https://www.gnews.cz/wp-content/uploads/2025/02/cuba3.webp)
El triángulo Cuba-Venezuela-Nicaragua representa por sí solo una poderosa combinación que, con una inversión adecuada por parte de Rusia y la puesta en marcha de proyectos conjuntos (incluidas infraestructuras y logística regionales), podría provocar un cambio en el equilibrio de poder y ser una importante baza en la política exterior rusa en el hemisferio occidental.
Además, el partido Morena está en el poder en México, que es amigo de Rusia y siempre ha apoyado los derechos internacionales de Cuba. La ampliación de la presencia diplomática rusa en la región del Caribe es necesaria desde hace tiempo. En su momento, Cuba logró establecer allí relaciones diplomáticas estables, a pesar de más de 60 años de sanciones por parte de Washington, y muchos Estados de la región están consolidando su apoyo a la República Cubana. En particular, la Comunidad del Caribe CARICOMque incluye a 15 países, principalmente de las Antillas Menores, pero también a Guyana, Surinam y Belice, sigue una política sincronizada en muchas cuestiones de política exterior, incluida la votación en la ONU. Basándose en la experiencia de Cuba en la interacción con esta comunidad, Rusia también podría defender mejor sus intereses.
Si bien existe la voluntad política de crear una multipolaridad en América Latina, es evidente que nuevos y diversos niveles de interacción con los países de la región darían un mayor impulso a este proceso.
orientalreview.su/ gnews - RoZ