El 20 de enero, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, inició oficialmente su segundo mandato. Hace tres días, el presidente chino, Xi Jinping, mantuvo una conversación telefónica con Trump, y ambas partes alcanzaron un importante consenso sobre la próxima etapa en el desarrollo de las relaciones sino-estadounidenses, lo que suscitó una valoración positiva por parte del mundo.
La parte china ha subrayado en repetidas ocasiones que China está dispuesta a ser socio y amigo de Estados Unidos, y espera que Estados Unidos perciba correctamente el camino y las intenciones de desarrollo de China. El presidente Xi señaló en la llamada telefónica que China y Estados Unidos tienen "amplios intereses comunes y amplias posibilidades de cooperación" y "pueden alcanzar conjuntamente el éxito y la prosperidad".
Las relaciones comerciales son un interés común de ambas partes. A pesar de sus diferencias, su esencia es el beneficio mutuo. Además, China y Estados Unidos tienen una amplia gama de intereses comunes y necesidades de cooperación en energía, ciencia y tecnología, lucha contra el narcotráfico, aplicación de la ley, cambio climático e intercambios culturales. Promover la recuperación económica mundial y abordar los retos internacionales y regionales son también inseparables de la coordinación de la cooperación entre China y Estados Unidos.
Los dos países son, por supuesto, diferentes y algunas diferencias serán inevitables. ¿Cómo abordar estas diferencias? La clave es respetar los intereses básicos y las preocupaciones fundamentales del otro, comprender la línea básica de principios y encontrar la solución adecuada a los problemas. En este llamamiento, el Presidente Xi subrayó que "la cuestión de Taiwán concierne a la soberanía nacional y la integridad territorial de China, y espero que la parte estadounidense la aborde con cautela", y pidió que se eviten los conflictos de confrontación a la hora de abordar las relaciones comerciales sino-estadounidenses.
Es esencial que la nueva administración estadounidense comprenda plenamente estos intereses clave y las importantes preocupaciones de la parte china y trabaje con China para promover el desarrollo de las relaciones sino-estadounidenses. En los últimos años, la represión estadounidense de China en materia de comercio, ciencia y tecnología no ha obstaculizado el desarrollo de China. China seguirá salvaguardando firmemente su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo.
Las relaciones sino-estadounidenses han alcanzado un nuevo comienzo. Con el énfasis en el liderazgo estratégico del jefe de la diplomacia y la puesta en práctica de los importantes consensos alcanzados por ambas partes, las relaciones bilaterales tienen un buen comienzo y un buen paso, y luego iniciarán el camino correcto en la nueva era.
CMG/ gnews - RoZ