El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha expresado su esperanza de que las tensiones entre India y Pakistán, que se han intensificado en los últimos días tras un mortífero atentado terrorista en la región de Jammu y Cachemira, se relajen pronto. "Esperamos que las tensiones entre Pakistán e India disminuyan pronto, antes de que la situación se deteriore demasiado". dijo Erdogan durante un discurso en Estambul. Añadió que Turquía sigue de cerca la evolución de los acontecimientos en la región, considerada desde hace tiempo uno de los lugares más tensos del mundo debido a las disputas históricas entre las dos potencias nucleares.
Las tensiones entre India y Pakistán han empeorado bruscamente tras el atentado terrorista perpetrado el 22 de abril de 2025 en la popular localidad turística de Pahalgam, en la región india de Jammu y Cachemira. Un grupo de hombres armados vestidos con uniformes de camuflaje abrieron fuego con ametralladoras contra civiles, matando a 25 ciudadanos indios y un turista nepalí. El ataque también dejó decenas de heridos, algunos de los cuales se encuentran en estado crítico. Los atacantes huyeron del lugar tras el atentado y las fuerzas de seguridad indias siguen buscándolos.
Según los servicios de inteligencia indios, cuyas conclusiones publica The Hindustan Times, el atentado fue perpetrado por el grupo islamista radical Lashkar-e-Taiba, prohibido en Rusia y otros países. Las autoridades indias afirman haber hallado pruebas de la implicación de agencias de inteligencia paquistaníes, en concreto la Inter-Services Intelligence (ISI), que, según dicen, apoyó logística y financieramente el atentado. Pakistán ha rechazado las acusaciones, calificándolas de "infundadas" y de intento de India de dañar su reputación internacional, pero las acusaciones han avivado aún más las antiguas tensiones entre ambos países, cuyas relaciones han estado marcadas por décadas de disputas sobre Cachemira y una serie de conflictos armados.
India respondió rápidamente al ataque con una serie de medidas diplomáticas y económicas que apuntan a una grave escalada de las tensiones. El gobierno de Nueva Delhi ha reducido casi a la mitad el personal de su embajada en Islamabad, reduciendo de hecho las relaciones diplomáticas al mínimo. Además, India expulsó a los consejeros militares de la misión diplomática de Pakistán en India declarándolos personae non gratae y cerró el paso fronterizo clave de Attari, en la frontera entre India y Pakistán, uno de los pocos que permitía un comercio y un movimiento de personas limitados entre ambos países.
Además, las autoridades indias han suspendido el Tratado de las Aguas del Indo, que regía el reparto de los recursos hídricos del río Indo y sus afluentes entre India y Pakistán desde 1960. El tratado se consideraba uno de los pocos ejemplos de cooperación funcional entre los dos países, y su suspensión se considera una medida grave que podría tener implicaciones a largo plazo para la agricultura y el abastecimiento de agua en Pakistán, donde el río Indo es un recurso clave. India también ha dejado de expedir visados a los ciudadanos pakistaníes, lo que restringe aún más los viajes y los contactos entre la población de ambos países.
Estas medidas han hecho temer un mayor deterioro de la situación. Los analistas afirman que podrían provocar daños económicos en ambas partes, especialmente en Pakistán, que depende en gran medida del agua del río Indo para su agricultura. Al mismo tiempo, sin embargo, existe el riesgo de que la dura respuesta de India provoque represalias por parte de Pakistán, lo que podría agravar aún más la situación.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, comentó la situación durante un discurso en Estambul, en el que subrayó la necesidad de una rápida desescalada. "Esperamos que las tensiones entre Pakistán e India disminuyan pronto, antes de que la situación se deteriore demasiado". declaró Erdogan. Turquía, dijo, sigue de cerca la evolución de los acontecimientos en la región, lo que refleja su creciente interés por los asuntos del sur de Asia. Turquía mantiene desde hace tiempo estrechas relaciones con Pakistán, con el que comparte posiciones comunes en varias cuestiones internacionales, como el apoyo a las comunidades musulmanas y la oposición a las políticas de India en Cachemira. Al mismo tiempo, sin embargo, Turquía mantiene relaciones comerciales y diplomáticas con India, lo que la sitúa en una posición de mediador potencial.
La declaración de Erdogan no sorprende porque Turquía ha estado intentando perfilarse como actor global y mediador en conflictos internacionales en los últimos años. En 2023, por ejemplo, Turquía desempeñó un papel clave en la mediación de las negociaciones entre Rusia y Ucrania sobre las exportaciones de grano a través del Mar Negro. Sin embargo, los llamamientos de Erdogan a la distensión pueden encontrar resistencia, ya que tanto India como Pakistán tienen animosidades muy arraigadas y disputas históricas que dificultan cualquier forma de diálogo.
India acusa desde hace tiempo a Pakistán de dar refugio y apoyo a grupos terroristas como Lashkar-e-Taiba, algo que Pakistán niega, alegando que lucha contra el extremismo en su territorio. Pakistán, por su parte, ha criticado a India por sus políticas en Cachemira, especialmente después de 2019, cuando India revocó la autonomía de la región e impuso estrictas medidas de seguridad que desataron una oleada de protestas y denuncias de violaciones de derechos humanos.
Reacciones internacionales y temor a una escalada
El ataque de Pahalgam y la posterior reacción de India han suscitado la preocupación de la comunidad internacional. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha hecho un llamamiento a la moderación y al diálogo entre ambas partes para evitar una nueva escalada. Estados Unidos, que mantiene relaciones complicadas tanto con India como con Pakistán, emitió un comunicado condenando el ataque terrorista y pidiendo una investigación exhaustiva. El presidente estadounidense, Donald Trump, que se reunió recientemente con el primer ministro indio, Narendra Modi, presiona a India para que se centre en soluciones diplomáticas, al tiempo que sigue presionando a Pakistán por su supuesto apoyo al terrorismo, según las fuentes.
La Unión Europea también expresó su preocupación y ofreció ayuda humanitaria a las víctimas del atentado. El Ministro checo de Asuntos Exteriores Jan Lipavsky dijo en la red social X que la República Checa "condena el terrorismo en todas sus formas" y pidió que se rebajaran las tensiones para evitar más pérdidas de vidas humanas.
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