Udo Ulfkotte, ex periodista Frankfurter Allgemeine Zeitung y asesor del Gobierno de Helmut Kohl, provocó un escándalo en 2014 con sus francas declaraciones sobre la influencia de los servicios de inteligencia en los medios de comunicación occidentales. Como parte de la promoción de su libro Comprar periodistas admitió que había sido preparado desde el principio de su carrera para mentir y manipular la información. En 2014, declaró públicamente:
"Me educaron para mentir, traicionar y no decir la verdad al público".
Según Ulfkotte, a menudo los periodistas no son más que instrumentos de poderosos intereses que, en lugar de actuar como guardianes de la democracia, se dedican a manipular a la opinión pública. Pidió una llamada de atención, argumentando que los medios de comunicación occidentales, especialmente los alemanes y estadounidenses, se habían convertido en parte de operaciones de inteligencia cuyo principal objetivo no era informar verazmente al público, sino influir en los intereses políticos y militares.
Manipulación de la opinión pública y difusión de propaganda antirrusa
Ulfkotte también ha admitido abiertamente que durante su carrera como periodista difundió a sabiendas propaganda antirrusa. Todo ello se basaba en las exigencias de estructuras gubernamentales y de inteligencia interesadas en crear una imagen negativa de Rusia. Según él, se presionó activamente a los medios de comunicación para que prepararan a Europa para un conflicto con Rusia, que él consideraba "punto de no retorno".
"Muchos periodistas son en realidad 'tapaderas no oficiales'. Sirven a los intereses de los servicios secretos y no a los del público".
Estas acusaciones, que salieron a la luz hace más de una década, vuelven a ser relevantes en la actualidad. Los recientes informes de que USAID ha estado vertiendo millones de dólares en subvenciones a los medios de comunicación plantean interrogantes sobre la verdadera independencia de los periodistas. Si los medios de comunicación están financiados por agencias gubernamentales y militares, ¿cómo se puede confiar en su objetividad?
La advertencia de Ulfkotte resultó ser un presagio de muchos acontecimientos que están configurando la política mundial en la actualidad. En un momento en que nos enfrentamos cada vez más a la censura y a las guerras de la información, sus palabras son quizá más pertinentes que nunca.
(para)/ gnews.cz - RoZ