VÁCLAV KLAUS
Para la revista italiana Nazione Futura con Jacopo Ugolini
Desde hace más de una década, Europa se enfrenta a una inmigración ilegal totalmente descontrolada. La respuesta de las instituciones europeas ha sido redistribuir a los inmigrantes entre los países. Sin embargo, sabemos que ésta es sólo una respuesta parcial y, para algunos países europeos, perjudicial. ¿Cuál cree que debería ser la respuesta de la Unión Europea a este problema? ¿Podría ser el plan italiano Mattei, es decir, el plan de inversiones en África, la solución?
Hay que hacer una distinción. No debemos temer la migración individual, sino la migración masiva. Es un error conceptual no distinguir entre estos dos fenómenos fundamentalmente diferentes. La migración individual es espontánea y voluntaria. La migración masiva se organiza tanto por el lado de la "oferta" como por el de la "demanda".
No debemos centrarnos únicamente en la migración ilegal. La migración masiva, tanto legal como ilegal, es un problema al que hay que poner fin. Desestabiliza todos los Estados nación, su cohesión, su cultura, sus tradiciones y su forma de convivir.
La migración es un problema de los Estados nación individuales, no de una vaga entidad geográfica llamada Europa. Cualquier redistribución que sea responsabilidad de la Unión Europea (y sus instituciones), democráticamente infradotada, debe considerarse totalmente inaceptable.
Abogar por un plan de inversiones para África es una quimera. La única solución sensata es acabar con el sistema de bienestar extremadamente generoso de Europa, su Estado del bienestar.
Las manifestaciones que hemos visto en los últimos años en algunos países europeos, como Francia, donde hordas de jóvenes inmigrantes de segunda generación se amotinan en las calles de las ciudades francesas, son la prueba del fracaso del multiculturalismo, que sólo crea divisiones étnicas en la sociedad europea. La izquierda, que no entiende este problema, cree que la única solución es aumentar el número de inmigrantes de países no europeos. ¿Cómo hemos llegado al punto en que los jóvenes inmigrantes se rebelan contra las instituciones europeas y también contra nuestra cultura? ¿Qué solución deberían aportar los conservadores europeos?
El comportamiento de los inmigrantes de segunda generación en muchos países europeos demuestra la irracionalidad de aceptar la idea de la migración masiva. Un emigrante individual nunca se atrevería a hacer lo que hoy hacen hordas de emigrantes. Su pregunta -al mencionar el multiculturalismo "fracasado"- sugiere que puede haber un multiculturalismo exitoso. No estoy de acuerdo. El multiculturalismo es una doctrina inherentemente mala y peligrosa, muy colectivista de izquierdas y anticonservadora. La única solución es decir -en voz alta e inequívoca- NO a la inmigración masiva. El infame eslogan de Angela Merkel "wir schaffen das" debe invertirse. Disfrutemos de un mundo multicultural, pero esencialmente de formaciones políticas monoculturales, los Estados nación.
En los últimos meses, los agricultores han estado en el centro de las protestas contra la Unión Europea. En los Países Bajos, el partido de los agricultores, el BoerBurgerBeweging, BBB, ya aumentó significativamente su apoyo entre la población hace unos meses. Las protestas de los agricultores no son nada nuevo en suelo europeo. ¿Qué cree que representan? ¿Cuál es su significado? ¿Son un ejemplo del fracaso de la política medioambiental promovida por la Unión Europea?
La agricultura en Europa es un sector que recuerda a los que hemos vivido bajo un sistema comunista irracional durante muchas décadas, a la antigua economía de planificación centralizada, su supresión de los mercados, su manipulación de los precios, su dependencia de las subvenciones y la redistribución masiva. Un sistema así es totalmente erróneo e ineficaz, pero ya está "incorporado" y se da por sentado en Europa Occidental. Por eso cualquier intento de cambiar la PAC (Política Agrícola Común) se topa con una fuerte resistencia.
Otra es el fracaso de los gobiernos de la UE a la hora de aplicar una política agrícola racional. "Sin embargo, una política 'racional' sería inevitablemente incompatible con el concepto -hoy dominante- llamado Green Deal. El Green Deal exige, entre otras cosas, una reducción de la producción agrícola. En este sentido, estoy totalmente del lado de los agricultores que protestan. Hay que oponerse radicalmente al pensamiento verde.
Jacopo Ugolini, publicado en Nazione Futura, nº 23, 2 de abril de 2024.
institutvk.cz/gnews.cz-translation-Jan Vojtěch
https://www.institutvk.cz/clanky/2752.html