Al llegar a China, todo extranjero sufre un buen número de choques culturales. Para muchos (aparte de acostumbrarse a los palillos chinos), el choque de los aseos públicos es el primero.
El shock de un retrete sin puerta
Lo que más me sorprendió fueron algunos de los tipos de aseos públicos de China y Nepal: en algunos lugares (sobre todo pequeñas aldeas y zonas remotas) los aseos individuales ni siquiera están separados por una pared o tabique, sino que están todos juntos en una sala más grande. Afortunadamente, siguen estando separados para hombres y mujeres. Desgraciadamente, los desconocidos (sobre todo en las zonas más remotas) llaman bastante la atención, y eso no es muy conveniente si tienes que hacer un recado rápido e irte. En cambio, los aseos así abiertos ofrecen la oportunidad de conversar y hacer nuevos amigos. Me ha ocurrido innumerables veces en lugares así que compañeras de la zona de aseos me han sonreído, saludado y saludado. En China se pueden ver estos aseos en algunas viejas estaciones de autobús y tren: se trata básicamente de una larga zanja, a menudo ni siquiera separada en asientos individuales. Al final de la zanja cuelga un cubo de agua, y cuando tiras de la cadena, lo haces todo a la vez, no sólo la parte que te corresponde.
Choque del inodoro bajo la ducha
Otro choque para mí fue la ducha, justo debajo de la cual hay un retrete turco. Es una buena forma de solucionar la falta de espacio en el cuarto de baño, pero al principio me resultó bastante incómodo como europea: en general, en los cuartos de baño europeos tenemos un poco más de espacio que en algunos edificios chinos, y no estamos acostumbrados.
Músculos y tendones acortados
Para utilizar los baños turcos es importante ponerse en cuclillas hasta los talones. Si una persona tiene los glúteos y los músculos abdominales débiles, así como los flexores de la cadera y los extensores de la columna vertebral acortados, no podrá ponerse completamente en cuclillas hasta los talones. Afortunadamente, esto no es un problema para mí, pero sí para muchos extranjeros (de ascendencia occidental). Esto crea un problema puramente práctico para muchos: mantener el equilibrio en una sentadilla alta no es nada cómodo.
Retrete turco: ¿más sano que un retrete sentado?
Se ha demostrado que la postura en cuclillas alivia la presión en la parte inferior del abdomen y endereza el colon, por lo que resulta mucho más natural para la eliminación que sentarse en la tapa del váter. La postura en cuclillas es, por tanto, una opción más saludable para una correcta función digestiva y excretora. Al mismo tiempo, la posición en cuclillas también se recomienda a las mujeres embarazadas porque no hay presión sobre el útero. Así pues, los chinos tienen hábitos mucho más saludables en este sentido que los habitantes de los países occidentales.
Otra ventaja es que el retrete turco es más higiénico: el contacto del cuerpo con la taza del váter se reduce al mínimo, lo que resulta especialmente útil en lugares que no siempre se mantienen limpios: zonas remotas y aseos públicos en general.
Se podría decir que los retretes sentados ya son bastante comunes en las ciudades chinas (como alternativa a los retretes turcos, que también son muy comunes en las ciudades), mientras que en el campo, quizá 100% haya retretes turcos por todas partes.
Mejora significativa
Pasé mucho tiempo en China entre 2013 y 2022 y me atrevo a decir que noté muchos progresos y mejoras. Actualmente, durante una estancia normal en la ciudad (yo viví en Chengdu), la disponibilidad y limpieza de los aseos públicos es quizá incluso mejor que en muchas ciudades de la República Checa. Hay un aseo público en casi todas las estaciones de metro de Chengdu. Los aseos se mantienen limpios con regularidad y (quizá sólo fuera de las estaciones más concurridas) casi siempre hay papel higiénico disponible. También son habituales los lavabos con agua corriente, jabón líquido y toallas de papel. Aparte de las estaciones de metro, también he tenido buenas experiencias con los aseos públicos, por ejemplo en templos o monasterios, en parques, en áreas de descanso de autopistas... casi siempre limpios e inodoros, con papel higiénico, agua corriente y jabón disponibles. Por desgracia, en zonas remotas o pueblos pequeños, los aseos públicos no siempre están en 100% condiciones de limpieza, pero creo que incluso esta situación cambiará rápidamente en el futuro: hasta ahora he sido testigo de un enorme cambio y mejora en muy poco tiempo, y creo que todo indica que este progreso no se ralentizará ni se detendrá.
(VB)